El Barcelona está de enhorabuena. Esta semana se espera el regreso de Tito Vilanova a la ciudad condal para tomar de nuevo las riendas del equipo. Aunque como siempre ha confesado la directiva culé, la salud del técnico está por encima de cualquier asunto deportivo, lo cierto es que el Camp Nou ha añorado al entrenador que firmó el mejor arranque de la historia de la Liga. En su ausencia, el Barcelona quedó fuera de la Copa del Rey y sufrió lo inimaginable para dejar al Milán en la cuneta. La plantilla también ha echado de menos a Tito, pero por encima de todos un jugador: Cesc Fábregas.
El rendimiento del centrocampista catalán se ha visto mermado desde que Tito Vilanova se marchara a Nueva York a retomar su tratamiento contra el cáncer en la glándula parótida. A la par que sus prestaciones, han disminuído sus apariciones en el equipo, ya que Jordi Roura ha contado menos con el 'cuatro' azulgrana de lo que lo hizo su predecesor.
Fábregas no atraviesa su mejor momento desde que aterrizó en Barcelona. De hecho, su estrecha relación con el Camp Nou se ha deteriorado a raíz de unas declaraciones del ex del Arsenal en las que dejaba entrever una mayor exigencia hacia él que con otros compañeros. La afición culé respondió con pitos al jugador en el partido liguero ante el Deportivo de la Coruña.
Según publica el diario As, Cesc disputó 1.386 minutos con Tito en el banquillo azulgrana, mientras que con Roura ha disputado 833, aunque es cierto que en menos partidos. Sin embargo, lo que ha cambiado notablemente son las sensaciones del jugador y su protagonismo en el equipo, con mucha menos influencia en el juego y menos prestaciones de cara a portería (siete goles con Tito y dos tras su marcha).
A pesar de estar en Nueva York, Tito Vilanova se ha encargado de las decisiones del día a día en el equipo. El contacto con Roura ha sido permanente, por lo que sus suplencias contarían con el respaldo y la autorización del técnico culé. La imagen de Cesc en el banquillo es consecuencia del buen hacer de sus dos grandes competidores en el once del Barcelona: Alexis y Villa.
Villa ha recuperado el tono físico tras su larga lesión y ha sido titular en los últimos partidos importantes del Barcelona, como la remontada ante el Milán, donde además marcó un tanto. La afición adora al delantero asturiano y reiteradamente ha pedido su titularidad en el equipo. Por otro lado, Alexis, a pesar de no haber cumplido con las expectativas creadas desde su costoso fichaje, ha contado a menudo en los planteamientos de Roura. Aún sin gol, el chileno aporta mucha intensidad en el ataque azulgrana y los técnicos todavía confían en que explote y aparezca su mejor versión.
Estas dos irrupciones han dejado sin hueco a Cesc. El catalán disfrutará junto a sus compañeros del regreso a los banquillos de Tito Vilanova, con quien ha disputado sus mejores minutos con la camiseta del Barcelona. Además, el equipo entra en la fase crucial de la temporada, centrado en gestionar la ventaja en Liga y pelear por la Champions, en donde en pocos días se enfrenta al PSG en la ida de los cuartos de final. Para entonces, Tito estará en el banquillo culé, con la incertidumbre de si Cesc se sentará con él y saltará al campo en el once inicial.
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Cesc se desinfla