
Cuenta atrás. El Barça comienza a contar los días para el regreso de Tito Vilanova. Seis, para ser más concretos, serán, presumiblemente, las jornadas que habrá que esperar para ver al preparador culé, de nuevo, al frente de los entrenamientos del equipo. El día 26 de marzo está prevista un retorno con varias tareas pendientes por delante. El preparador deberá apagar hasta cinco incendios que se han provocado durante su ausencia del banquillo.
1.- El divorcio de Puyol
Es el último de los asuntos que ha asaltado el Camp Nou, pero quizá es el más importante. Tal y como contó EcoDiario.es este martes, Carles Puyol se operó la semana pasada y lo hizo sin que el club supiera nada. De hecho, sólo Vicente del Bosque sabía que el jugador iba a entrar en quirófano para subsanar las molestias que, desde el pasado mes de octubre, arrastra en su rodilla derecha.
El desplante molestó e indignó al propio Barça. Lo ven como una especie de reacción colérica a su suplencia, días antes, contra el Milan, en Champions League.
Sea como fuere, el problema para Tito Vilanova ya está planteado, en primer lugar, en lo deportivo. Puyol se perderá entre cuatro y tres semanas de competición, lo que hará su participación esté descartada en los cuartos de final de la Champions League.
En el plano extradeportivo, Vilanova se reunirá con el zaguero para analizar juntos su comportamiento. Aunque Tito conoce todo lo que sucede en el equipo, el cara a cara será básico para definir qué sucederá de aquí en adelante.
Y es que Puyol, lejos de rechazar la polémica, ayer colgó en Twitter una foto de tres monos realizando el gesto de "ver, oír y callar". "El tiempo coloca a todos en su sitio", dijo el defensa. Evitar nuevas polémicas de este tipo y, sobre todo, críticas y fisuras que cuestionen al equipo blaugrana será el principal objetivo de Vilanova en este encuentro.
2.- La molesta suplencia de Cesc
En el Barça hay algo que tiene claro. Mientras que hay jugadores que soportan bien su suplencia (Villa, por ejemplo), hay otros que no lo llevan tan bien. Uno de ellos es Cesc Fàbregas. El mediocampista se ha convertido en el principal afectado por el renacer del 'Guaje'. Sin embargo, él, al contrario que el asturiano, se ha mostrado tenso y arisco en los últimos partidos.
A él y a su entorno no ha gustado en absoluto que la grada del Camp Nou le haya criticado y silbado en los últimos partidos, algo que, en la temporada pasada, se tradujo en una bajada de rendimiento del de Arenys y algún que otro gesto feo que acabó distanciando al jugador y a Guardiola.
La llegada de Tito al banquillo suavizó aquella situación. Hasta ahora. Que Cesc recupere su mejor forma y que, sobre todo, trabaje a favor del equipo, sin malas caras o gestos raros, es uno de los objetivos en el retorno de Vilanova.
3.- El caso Valdés
Víctor Valdés se ha convertido en un caso clave para el Barça. Nadie en el club duda de su profesionalidad. Lo está dando todo por el equipo, aunque haya anunciado que no renovará. Sin embargo, en su comportamiento ha dejado muescas de tics ya olvidados. Su expulsión en el Bernabéu es una de ellas. Valdés está más irascible, algo que no gusta en el Camp Nou.
Tito deberá relajar su tono y, de paso, convencerle para que siga una temporada más. Es decir, que no fuerce su salida este verano. Así, el club ganará un año más para buscarle un sustituto, aunque eso signifique que no vaya a hacer caja con su venta.
4.- Recuperar el 'seny'
Tito no es Guardiola. Él ya dijo en su presentación que si tiene que hablar de los árbitros, lo hará. Sin embargo, cuando le ha tocado presentar sus protestas, las ha presentado con algo más de estilo que hombres como Roura, Xavi o Piqué.
El primero cargó contra los colegiados antes de la vuelta del Clásico copero del Camp Nou. Los otros dos se mostraron críticos con el Real Madrid y su relación con los trencilla antes y después de que se jugara el partido de Liga.
Estas declaraciones han roto la habitual armonía de Barça en este sentido, algo que se había convertido en un signo de identidad del Barça. Volver a mostrar 'seny' será otra de las tareas de Vilanova.
5.- Su propia continuidad
El último asunto delicado que deberá abordar Tito Vilanova le afecta de pleno. Es su propia continuidad en el Barça. Zubizarreta ya lo ratificó la semana pasada. Si quiere seguir, seguirá. Otra cosa es que él se vea con fuerzas, tras su enfermedad, de seguir. Sea como fuere, queda tiempo para decidir si podrá estar al frente del equipo o no. En el club no quieren meterle presión al respecto de un paso delicado que necesitará de semanas para ser dado.