
Todo Clásico es un partido con estrellas señaladas por todos. En el caso de los últimos duelos entre Real Madrid y Barça, Cristiano Ronaldo y Messi acaparan los focos. Lógico. Ambos son los mejores jugadores del planeta.
Sin embargo, siempre emergen actores secundarios que completan la fiesta. Iniesta, Xavi, Puyol, Özil, Benzema o Khedira son algunos de los nombres destacados en el mejor de los sentidos.
En el peor, emergen otros futbolistas más odiados que nunca por las aficiones rivales. Son los secundarios incómodos, hombres sin los que un partido de este tipo, no tendría sentido.
Secundarios incómodos cuyos nombres cambian con el paso del tiempo. Algunos permanecen invariables.
La irrupción de Alonso
Otros tornan de héroes a villanos en cuestión de partidos. Uno de ellos es Xabi Alonso. El tolosarra era hasta hace no mucho tiempo, uno de los hombres del Real Madrid más respetados entre los culés.
Sin embargo, poco a poco, según han ido pasando los choques, su rol ha cambiado hasta transformarse en villano total, en un jugador odiado por los aficionados del Barça.
Y es que el mediocentro y sus marcajes duros a Messi (amén de ciertos gestos antideportivos) han hecho que se granjee la enemistad de mucho barcelonista y algún que otro jugador culé, harto de su impunidad e imagen de 'dandi' que en la Ciudad empiezan a no creerse.
Otro de los fijos a esta cita es Arbeloa. Desde que en 2011 mantuviera piques descarados con jugadores como Villa, el propio Messi o Xavi Hernández le han transformado en otro de esos jugadores que desespera a los aficionados y a los contrincantes.
Su forma de frenar a 'La Pulga' hace que sea poco amado por motivos deportivos, y no solo por cuestiones que tienen que ver con su comportamiento.
Pepe completa el trío de jugadores no deseados en el Camp Nou por cuestiones obvias (su juego ha sido especialmente duro contra el Barça) y no tan obvias. Cuando su juego se centra en lo meramente futbolístico, se convierte en uno de los hombres más seguros de la zaga blanca, alguien capaz de ganar en velocidad a algunos de los culés más rápidos.
Los incómodos del Barça
En el lado opuesto, como jugadores incómodos en el Barça, se encuentran jugadores que incordian en el terreno deportivo y en el extradeportivo. Son futbolistas como Busquets, Alves o Piqué.
El primero, Busquets, es una pesadilla constante por su capacidad para cortar el juego rival. Un 'stopper' en toda regla que ya ha desmontado más de un contragolpe blanco. Pero aún hay más. Porque Busquets siempre es acusado por buena parte de los jugadores del Real Madrid de exagerar cuando recibe algún golpe. Gestos que no gustan y que centran buena parte de las iras merengues.
Otro que suele acaparar las miradas blancas en el Clásico es Dani Alves. El defensa culé estuvo a punto de ser jugador del Real Madrid en 2006. Su negativa provocó malestar y, desde entonces, ha provocado todo tipo de reacciones en su contra. Desde los últimos gritos racistas, hasta duras críticas de los futbolistas merengues. Y él, entre tanto, no ceja en su empeño. Ayer desmereció las últimas victorias blancas en la Ciudad Condal. Suma y sigue.
Piqué tampoco es un jugador amado entre los aficionados del Real Madrid. Aquella famosa manita cuando el Barça le metió cinco goles a los merengues no sentó nada bien. Luego llegaron más rifi-rafe, como el de los "españolitos" o el mechero del último Clásico, cuando el central quiso denunciar ante el colegiado el lanzamiento de uno de estos instrumentos. Puyol lo evitó.
Es el historial de dos rivalidades que crecen. Hoy, a buen seguro, que los dos equipos sumarán más ingredientes para que esta leyenda crezca. Leyenda positiva para los que apoyan a unos y negra para los que no soportan a otros.