La competición futbolística de clubes más antigua del mundo, la FA Cup inglesa, vivió este sábado un momento surrealista en el duelo entre el Oldham Athletic (de tercera categoría) y el Everton disputado en el estadio Boundary Park.
Cuando el choque parecía casi terminado, en el tiempo de descuento y con marcador de 1-2 favorable al equipo de la Premier League, el Oldham buscó a la desesperada el empate que le otorgase el 'replay' (desempate en campo contrario).
Así las cosas, y tras forzar un córner, el entrenador, Tony Philliskirk mandó subir a rematar a su portero, el grecoaustraliano Dean Bouzanis, ex del Liverpool entre otros equipos.
De forma casi increíble, el balón llegó a Bouzanis, y este alzó los brazos como si estuviera en su propia área, rematando con un golpeo más propio del voleibol que del fútbol.
En medio de la confusión reinante en la zona de peligro, donde los contactos entre jugadores eran constantes (se produjeron además varias infracciones sobre el portero del Everton, Tim Howard), el colegiado no vio nada. El balón se introdujo en la red y el gol subió al marcador.
Quizá para disimular, o porque el balón impactó de algún modo en su cuerpo, el que celebró el gol fue el mediocampista Matt Smith, dando lugar a una situación, si cabe, más surrealista. A la postre, el tanto se le acabaría concediendo de forma oficial a él.
De este modo, el Oldham consiguió el empate que le permite seguir vivo en el torneo del K.O., y ambos equipos volverán a verse las caras en el estadio Goodison Park de Liverpool para decidir cuál de los dos accede a los cuartos de final.