El entrenador del Barcelona, Frank Rijkaard, no abrió hoy las puertas de acceso al campo de La Masía para que los aficionados del equipo azulgrana presenciaran en directo el entrenamiento posterior al empate en casa ante el Getafe (0-0), culminado con una pañolada de protesta del público barcelonista.
Un centenar de aficionados se agolpó a las 11 de la mañana, horario previsto para el inicio del entrenamiento, en las puertas de acceso de La Masía, cerradas a la espera de una autorización del entrenador.
Sin embargo, el primer equipo completó el entrenamiento y los aficionados sólo pudieron ver la sesión desde la Avenida Joan XXIII. Más tarde, Rijkaard explicó a EFE que, sencillamente, se había olvidado de abrir las puertas a los aficionados que esperaban ver a los jugadores del Barcelona.
Milito entiende las críticas
Por otra parte, Gabriel Milito se mostró comprensivo con las críticas expresadas por la afición azulgrana al término del encuentro ante el Getafe, aunque reiteró su fe en las posibilidades de su equipo para ganar la Liga de Campeones y apurar sus opciones en la Liga.
"Es cierto que no estamos logrando los puntos que pretendíamos para acercarnos al líder", concedió Milito, "y unido a la eliminación de Copa, hace que los resultados no sean los mejores y la gente tiene la libertad de expresarse".
Milito quiso matizar que los jugadores "somos los primeros en ponernos mal ante esta situación", a la que el Barcelona ha llegado después de "ganar sólo uno de los seis últimos partidos, muy poco para este club". El argentino, pese a todo, insistió en que el Barça está capacitado "para lograr siete victorias" en las siete últimas jornadas de Liga.
El defensa argentino, sin embargo, se negó a aceptar que el equipo viva un cambio de ciclo. "Veo ganas, también en los compañeros que llevan varios años aquí, no veo que se acabe un ciclo porque todos estamos intentando dar lo mejor de cada uno de nosotros".
A la hora de desvelar los errores futbolísticos que han condenado al Barcelona al tercer puesto, Milito apeló a la incapacidad del equipo "para mantener la diferencia o manejar el resultado".
Pese a todo, el zaguero argentino aseguró que no se cambiaría por la situación del Real Madrid, gran candidato al título de Liga, pero ya fuera de Europa.
Tampoco quiso valorar la actuación de los árbitros y su intervención en algunos resultados, apelando a que "su intención no es la de ayudar o perjudicar a nadie".
Aunque no distinguió entre Liga y Champions -"lo único que no podemos lograr es la Copa"- Milito destacó que el equipo "va por el buen camino" en la competición europea. "Tenemos un partido muy importante el miércoles ante el Schalke 04, y luego ya pensaremos en lo que viene", reseñó.
El argentino también afirmó que estará en condiciones de jugar ante el conjunto alemán pese a las molestias que sufre en el pubis y que le impidieron completar el encuentro frente al Getafe. El propio Milito aseguró además que no deberá pasar por el quirófano al término de la temporada.
Aunque jugó con molestias la primera parte ante el Getafe, Milito no quiso distinguir su capacidad de sacrificio de la de otros miembros de la plantilla. "No es que yo me sacrifique y otros no, el esfuerzo es de todos por igual y nadie lo está eludiendo".