Leo Messi se ha visto envuelto en las dos polémicas más desagradables derivadas del 'clásico' copero de anoche. El argentino no brilló en el Santiago Bernabéu y sus intentos se vieron siempre truncados gracias a la gran presión que ejerció el Real Madrid para anular al 'diez' culé. Quizás por ello, Messi terminó el partido desesperado y, sobre todo, desencantado con su actuación.
Los nervios del azulgrana ya quedaron retratados durante una acción en la segunda mitad, cuando se enzarzó con Arbeloa y Xabi Alonso a raíz de unas 'caricias' que le dedicaron los internacionales madridistas. Messi se dirigió al linier en busca de una sanción, sin éxito, y se retiró del lugar mientras se enredaba con Xabi Alonso entre murmullos. Sin embargo, la ducha posterior al partido no templó los ánimos del crack azulgrana.
Según desvela el diario El Mundo, fuentes del Real Madrid, aseguran que el argentino desafió a Aitor Karanka cuando ambos se cruzaron en el túnel de vestuarios. Estas informaciones revelan que Messi se dirigió al segundo entrenador del Real Madrid en los siguientes términos: "¡Qué miras, muñeco de Mou!". El desencuentro terminó ahí y Karanka siguió su camino hacia el vestuario blanco y a la posterior rueda de prensa, precisamente para sustituir a José Mourinho. Además, desde el club madridista también se denuncian varios 'salivazos' de Messi cerca del banquillo de Mou.
El presunto ataque verbal de Messi a Karanka se une al supuesto insulto que, según informó Punto Pelota en la madrugada de hoy, el argentino dedicó a Arbeloa en el parking del Santiago Bernabéu. Al parecer, Messi reprochó la actitud del defensa madridista durante el partido, a pesar de que no se vio inmerso en ninguna acción polémica.
Sin duda el partido de vuelta ha empezado a jugarse antes de tiempo. Las declaraciones de Alves criticando la labor arbitral o las de Xavi cuestionando el estilo de juego del Real Madrid han abierto la guerra dialéctica a falta de casi un mes para el partido de vuelta. Para entonces, los ánimos de Messi habrán vuelto a la normalidad.
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Messi contra Arbeloa