No son buenos tiempos para Antonio Adán. El canterano del Real Madrid se ha convertido en víctima indirecta de un conflicto abierto en el seno de su vestuario. Su condición de suplente de Casillas y la animadversión de Mourinho hacia el capitán lo han colocado en el centro del debate madridista. Lo que debía haber sido un debut soñado frente al Málaga, se convirtió, para él, en una pesadilla que se elevó a la enésima potencia cuando, un partido después, fue expulsado frente a la Real Sociedad.
En aquel momento, el público del Bernabéu reaccionó con aplausos irónicos hacia José Mourinho y con cierto ambiente de justicia poética. Casillas, pese a los designios de su técnico, iba a jugar. Saltó al césped entre un gigantesco apoyo del público. Muchos aficionados blancos venían aquello como una vuelta a la normalidad. Normalidad que se confirmó frente al Celta de Vigo. Iker repitió titularidad en Copa. Salvo sorpresa, lo hará hasta final de temporada.
Semejante huracán de acontecimientos, sin embargo, no ha dejado las cosas donde estaba antes de que 'The Special One' diera banquillazo a su arquero. Adán, la víctima colateral de todo este proceso, se siente más que molesto con todo lo sucedido.
Él, al igual que el propio Mourinho, interpretó el gesto del Bernabéu como una falta de respeto hacia su persona. Y es que, según su visión, si le quitó la titularidad a Casillas no fue por pura casualidad. Fue fruto de un trabajo intenso y diario. Fue porque él se lo había 'currado' más que el internacional. Le tocaba y punto. No había más que hablar.
Por ello, por esos aplausos que escuchó cuando todavía estaba sobre el césped del Bernabéu, se siente profundamente herido. De nada ha valido la ovación que le ofreció el mismo público tres días después cuando el videomarcador del estadio merengue mostró su cara entre los suplentes frente al Celta. No. Adán empieza a estar harto de lo que supone estar a la sombra de Iker.
Y contra él, contra Casillas, tiene nada. Son amigos. El veterano lo ha arropado desde que subió al primer equipo. Cuando conoció su suplencia frente al Málaga, no rajó contra su compañero. Más al contrario: lo apoyó en rueda de prensa de forma pública ante lo que finalmente se confirmó tiempo después, el hecho de que iba a jugar frente a la Real.
Sin embargo, y pese a ello, Adán ha entendido perfectamente lo que supone ser suplente de Casillas. La presión es gigantesca, y lo es en el plano deportivo y extradeportivo. Por ello, lo tiene claro. Quiere salir del Real Madrid. Según fuentes cercanas al equipo blanco, el portero habría decidido irse este verano de un equipo con el que tampoco está contento.
Sabe que en los últimos tiempos se le ha buscado sustituto para poder presionar a Iker de verdad. Fruto de las peticiones de Mourinho y del propio concepto que de la portería tienen en la zona noble, Adán sabe que su espacio en la casa blanca se le está agotando como se le agotó en su día a Diego López, Codina o Kiko Casilla. Sólo Dudek aguantó a la sombra del 'Santo', si bien su caso era distinto. El polaco llegó al Bernabéu en el tramo final de su carrera. Con 25 años, Adán no se puede permitir no jugar. De ahí el deseo de empezar una nueva etapa lejos de Madrid.
El Deportivo de la Coruña ya preguntó por él antes de que se confirmase su renovación por los merengues. No es el único equipo que podría repetir contactos. El Atlético perderá en breve a Courtois y en Osasuna y Zaragoza también hace falta un meta de garantías ante la posible salida de sus arqueros rumbo, precisamente, al Real Madrid.
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Autocrítica de Iker