
Tito Vilanova quiere afrontar la recaída en su cáncer de garganta con tranquilidad y normalidad. Así lo hizo hace un año y un mes cuando, por primera vez, se le detectó un tumor en la glándula parótida, una de las que permite salivar al cuerpo humano. El preparador (al que se está operando en la mañana de este jueves) mantuvo en la tarde de ayer una reunión en el vestuario culé en la que tranquilizó a su plantilla y le lanzó un mensaje de optimismo.
"Estad tranquilos. Esta vez no es tan grave [como el año pasado]. El quiste está en un sitio diferente y es más fácil de tratar", les comentó en una reunión que, según el diario Marca, fue corta, directa y sencilla, sin lenguajes dramáticos o formas exageradas.
Posteriormente, según el rotativo, el que tomó la palabra fue Sandro Rosell. "Tenéis que estar más unidos que nunca. Sé que lo haréis porque ya lo habéis demostrado en otras ocasiones", insistió.
En la conversación estuvo también presente Eric Abidal, el jugador francés que se reincorporó ayer a los entrenamientos del Barça después de sufrir, precisamente, un cáncer de hígado que le obligó a la extirpación del órgano. Contó ayer Andoni Zubizarreta que la mirada entre el defensa y Vilanova fue especialmente cómplice.
El preparador se quedó como observador a parte del entrenamiento. Fue Jordi Roura, su segundo, el que dirigió la sesión ya como primer entrenador 'de facto' del conjunto blaugrana. Se espera que Vilanova pueda retornar a la actividad en un periodo que comprendería entre seis y ocho semanas.