El Barça ha logrado una victoria en el último minuto en el Camp Nou ante un Celtic de Glasgow que se adelantó en el marcador y con una buena defensa y un excelente portero le puso las cosas muy difíciles al conjunto de Tito Vilanova.
Un gol en propia puerta de Mascherano complicó la victoria culé, que parecía sencilla a priori. Los escoceses apenan contaban con argumentos salvo un veloz contraataque y muy buenos cabeceadores y ahí llegó el principal problema blaugrana. Una falta en la que Samaras metió la cabeza fue a parar a Mascherano que se marcó en propia puerta.
A partir de ese momento el partido fue un monólogo del Barça con pequeñas apariciones ed los puntas escoceses. Iniesta al filo del descanso en una jugada para enmarcar puso el empate. Ineista, Xavi y Messi trazaron una pared mágica que el de Fuentealbilla mandó al fonde de la red.
Foster es el protagonista
Quedaban 45 minutos para marcar un gol pero ahí apareció la enorme figura de Foster. El que es suplente de la selección inglesa dio motivos al seleccionador para ponerle de titular. Todos y cada uno de los ataques del Barça acabaron en Foster. Blocar, despejar, por alto... El portero mantuvo vivo a su equipo con un clínic de reflejos y colocación.
El Celtic buscaba en contras peligrosas con veloces cazadores una pieza mayor, pero fue imposible. El partido tenía un héroe, y el partido murió en su área. Y le arrebató la gloria, por cierto.
Último minuto letal
Un disparo al palo de Villa iba a ser el preludio de la traca final. Con el Barça volcado, Adriano puso un centro en el último minuto del descuento, y entre un mar de piernas apareció la de Jordi Alba, siempre entusiasta en ataque, para marcar el gol de la victoria y dar otros tres puntos al conjunto culé.
Ahí se acabó el partido, no había tiempo para más. Una victoria que deja un héroe caído, Foster, y un santo para los blaugranas, Jordi Alba.
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