
El supuesto vídeo de Pepe agrediendo a jugadores del Barça en la tormenta de Clásicos de 2011 ha desatado otra tormenta. El técnico Jose Mourinho insinuó este viernes que el conjunto blaugrana estuvo enredando en la renovación del central cuando, en ese año 2011, el Real Madrid trataba de renovarlo.
Desde el Barça se asegura que es falso. Nadie preguntó por Pepe. Nadie quiso a Pepe. Sin embargo, nadie del club culé ha descartado que el portugués fuese de su deseo en un periodo anterior.
Fuentes cercanas al club blaugrana han confirmado que Pepe sí que interesó una vez al Barça. Fue en 2007 cuando el futbolista todavía no vestía de blanco y era más conocido por ser un central en proyección, que por su juego duro y acciones antideportivas.
El elegido de Txiki
Era la época de la transición culé. Le era Rijkaard tocaba a su fin con una elenco de estrellas que decidieron 'retirarse' de manera prematura. Los Deco, Eto'o, Ronaldinho y compañía ya no rendían como antaño. Para colmo, el Real Madrid de Schuster les ganaba la partida en la competición local.
Laporta y los suyos decidieron que era el momento de renovar la plantilla y el proyecto. Txiki Begiristain, director deportivo de aquella era, estudio varias opciones en todos los puestos, tanto de banquillo como de jugadores. Y en esas dos líneas se trabajaron. En el apartado de los entrenadores, Mourinho fue el escogido. Pero al final, se retractó. Pep Guardiola fue el segundo plato. Y vaya segundo plato.
Antes de que el de Santpedor cogiera la plantilla culé, el Barça ya trabajaba en nombres de fichajes. Alves o Keita, por ejemplo, fueron jugadores propuestos por Txiki Begiristain. Y entre esos nombres en los que no tuvo influencia Pep, había un central que gustaba y mucho. Destacaba en el Oporto y gustaba a media Europa. Se llamaba Pepe y el Real Madrid también iba detrás de él.
De hecho, el futbolista ahora merengue era la primera opción del Barça por delante de otros candidatos. El segundo de aquella lista era Gerard Piqué. Todo, sin embargo, cambió cuando el Real Madrid aceleró el paso y puso sobre la mesa los 30 millones que acabó costando el defensa.
El Barça consideró esa cantidad como desmesurada para un central. Muchos en la capital de España también lo creyeron así.
El peso de Leo Messi
El plan B, el de Piqué, era mucho más económico, tenía el sello de la Masía detrás y, para colmo, venía recomendado por una estrella emergente. Leo Messi insistió mucho en que era una buena alternativa para la defensa.
"Fichalo, fichalo, que me marcaba muy bien cuando jugábamos en cadetes", le decía a Begiristain. Y Begiristain, no sabemos si influenciado por esta opinión o por otros criterios, dio el paso y se decidió por Piqué, descartando a Pepe, el futbolista que, cinco años más tarde, se convertiría en uno de los enemigos públicos más importantes del Camp Nou.