Fútbol

Foto | Sergio Ramos y su nuevo desafío a Mourinho con la camiseta de Özil

La portada de 'Marca' que hoy desvela el nuevo desafío de Ramos | Marca

El enfrentamiento entre José Mourinho y Sergio Ramos va camino de convertirse en el pique eterno que no cesa. Una guerra fría que tuvo el domingo un capítulo desconocido y destapados por el diario Marca este martes. | Pepe celebró su gol con Mourinho como respuesta a Ramos.

El rotativo madrileño cazó a Sergio Ramos portando debajo de su camiseta la de Mesut Özil. Su intención era dedicarle un gol con el que reprochar a Mourinho el cambio del germano. Era una forma de defender a su compañero y, de paso, atacar al técnico portugués.

El gesto fue improvisado. Lo demuestran las propias imágenes. La zamarra de Özil que el andaluz se puso debajo era también de manga larga como la que lucía el propio Ramos y como todas las que ese día tenía preparado el equipo de utilleros merengue para el internacional de la Mannschaft.

Es decir, que Ramos cogió su equipación 'reivindicativa' de las camisetas reservas que siempre se tienen preparadas por si surge alguna emergencia. En caso de que el gesto hubiera sido premeditado (anterior al partido) probablemente Ramos hubiese escogido una de manga corta, algo más cómodo para lucir debajo de una indumentaria de manga larga como la que el jugador español llevó a lo largo de todo el duelo.

La bronca al descanso

El gesto de Ramos nació al descanso del encuentro frente al Deportivo. Özil fue el primer sacrificado. 'The Special One' lo dejó en el vestuario tras una primera parte en la que las cámaras cazaron al preparador lanzándole unas cuantas broncas.

A Mourinho no le gustaron algunos aspectos tácticos de un jugador que perdió la marca en par de salidas del balón del rival y que, pese a ello, no persiguió a sus rivales.

Forma parte de las exigencias habituales que Mourinho hace a su futbolista, al que ya ha acusado en varias ocasiones de no cumplir con su cometido en la pizarra. De ahí que se produjera una sustitución que, según Marca, tuvo intrahistoria en el vestuario merengue.

El luso reprochó a Özil sus fallos y lo hizo ante todos sus compañeros en tono alto y agrio. Ahí fue donde Sergio Ramos intervino para restarle hierro a los reproches de su técnico y alabar algunas acciones ofensivas que el mediapunta había ejecutado con precisión quirúrgica.

No hubo más discusión: Mourinho dio la orden de que Özil se quedara en la caseta y Ramos se lo tomó como un tema personal. Se puso la camiseta de su compañero bajo la suya propia con el objetivo de marcar un gol y dedicárselo. De paso, le dejaría un recado a su entrenador.

El enésimo de una larga saga de desencuentros que ha explotado en apenas dos semanas (desde la suplencia de Ramos ante el City) pero que se extiende más allá en el tiempo. 

Los conflictos posteriores a los Clásicos o la, según Mourinho, mala pretemporada de Ramos son algunos de los grandes choques que ambos han tenido en los últimos meses y que no terminan de apagarse a menos de una semana de que el Real Madrid se juegue buena parte de la temporada ante el Barcelona en el Clásico del próximo domingo.

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