José Mourinho pasó del miedo a la euforia en cuestión de minutos. De cinco minutos, para ser más exactos. Es lo que necesitó el Real Madrid para anotar los dos goles que le dieron la victoria a los blancos frente al Manchester City.
El tanto de Kolarov amenazaba con provocar una oleada de críticas que se diluyeron cuando Benzema y Cristiano lograron la épica. De ahí que el luso se mostrar algo más que contento ante los medios de comunicación que, nada más terminar el partido, le preguntaron por sus impresiones. Se vistió con su discurso más ácido y retó a aquellos que, día antes, habían desvelado los secretos de alcoba de su vestuario.
Mourinho, amante de bunkerizar el grupo, odia las filtraciones, sobre todo si vienen a descubrir que no todos están a muerte con sus planteamientos, que existen grietas entre estrellas y técnico. De ahí que sus respuestas tuvieran forma de dardo contra la prensa, a quien citó de forma explícita y oculta para, en algunos casos, hasta mofarse de ella. Poco o nada habló del desarrollo puro y duro del partido y sí mucho de todo lo externo.
"Lo siento por muchos periodistas que ya tenían escrita su crónica y que ahora le han tenido que dar al 'delete' [eliminar] para reescribirla", comentó en TVE y Canal + y también en sala de prensa. El luso tenía la respuesta guardada. Quería devolver las críticas a los que se las habían dado. No fue la única daga en el costado de los redactores. Hubo más:
"Esto sí que es señorío y no filosofía barata", comentó con respecto a aquellos que han puesto en duda tradicionalmente su forma de tratar al rival o de manejarse ante situaciones complicadas.
"Tengo un hacker que me dijo lo que ibais a poner: 'Mourinho está loco, como juega con Essien, Khedira y Alonso, por qué juega Pipa si no hace goles en Champions, por qué este partido no lo jugó Coentrao...", comentó como si los periodistas presentes en la sala quisieran que el City ganase. De hecho, el entrenador se marchó de la sala de prensa diciendo "Mala suerte", cuando el micrófono ya estaba apagado. Se refería a los periodistas.
Es su vieja batalla con los medios. Una batalla que recordó él mismo a propósito de la suplencia de Sergio Ramos. "La decisión es deportiva. Lo digo porque hay muchos inventores de historias por aquí. Nada de nada. Cero. La relación es perfecta", comentó el entrenador quien también deslizó su opinión soterrada sobre muchos profesionales de la información: "Falseadores de opinión con poder sobre mucha gente". El luso ha vuelto a desenterrar el hacha de guerra contra los medios.