
Los dirigentes del Milan lo tienen claro: a pesar de que los términos en que quieren cerrar el acuerdo con el Real Madrid, el fichaje de Kaká se acabará culminando tarde o temprano. Tanto es así que incluso en el club italiano esperan ya a un ídolo que nunca debió marcharse como si, efectivamente, no lo hubiera hecho.
La dirección deportiva del Milan, según ha adelantado la Gazzeta dello Sport, ya ha repartido sus dorsales para la presente temporada y, entre ellos, han dejado vacante el número 22, justo el que llevaba Kaká antes de salir rumbo al Real Madrid en 2009.
Pero para que el astro brasileño vuelva lucir la elástica rossonera aún deben llegar a un acuerdo los dos clubes, lo cual, por más que ambos esperen poder cerrarlo en el menor plazo posible, queda aún lejano por las diferencias entre las condiciones del traspaso: mientras que el Madrid espera recibir una cantidad no inferior a 20 millones de euros por su venta, el Milan desea una llegada sin inversión y bien que el jugador rebaje su sueldo a la mitad o que el club merengue asuma el 50% de su ficha.
Florentino Pérez sabe que para amortizar lo máximo posible los más de 65 millones de euros que costó Kaká hace tres años, no pude permitir una salida gratis. Pero también sabe que, una vez que Mourinho ya le ha comunicado al jugador que no cuenta con él, el poder de negociación de los blancos se ha reducido considerablemente y con ello han aumentado las posibilidades de que el Milan de Galliani y Berlusconi acabe saliéndose con la suya.