Fútbol

El problema del Barça para fichar a Javi Martínez son los impuestos

Javi Martínez trata de frenar a Messi en un partido de Liga | EFE

El FC Barcelona quiere fichar a Javi Martínez. El jugador navarro lleva ya meses en el punto de mira del conjunto catalán. Sin embargo, la salida de Keita del Camp Nou ha disparado un interés que tiene varios problemas para poder ser llevado a buen puerto. Uno de los más graves apunta a las mermadas arcas blaugranas y, concretamente, a los impuestos que deberá pagar para completar toda la operación. Dos son los que más preocupan: el IVA y el IRPF.

Vayamos por partes. Para entender este asunto hay que mirar, en primer lugar, al club al que pertenece el internacional. El Athletic de Bilbao no quiere vender. Dicho de otro modo, ha derivado al Barça a la cláusula de rescisión del jugador. Javi Martínez renovó recientemente con los rojiblancos hasta 2016 con un precio de 40 millones de euros.

El sistema de ventas en España dicta que, si hay un traspaso con acuerdo previo entre las partes, el pagador no deberá abonar ningún tipo de impuesto. Sin embargo, si se ejecuta la citada cláusula, hay que abonar el IVA correspondiente. En esta ocasión, con las recientes modificaciones del Gobierno, un 21% de esos 40 millones, -8,4 millones- deberán unirse al pago de final. Javi Martínez cuesta ya casi 50 millones de euros.

A ello hay que unir la peculiaridad de los impuestos que existe entre el País Vasco (donde actualmente tributa el futbolista) y Cataluña (donde deberá tributar si ficha por el Barça).

Actualmente, Javi Martínez sólo debe abonar el 21% de su salario en concepto de IRPF. En Cataluña ese porcentaje aumenta hasta uno de los niveles más elevados de toda España: el 56%. Teniendo en cuenta que los clubes negocian las fichas de sus futbolistas en netos (ellos asumen el porcentaje de impuesto que deben abonar), este cambio supone un serio problema para el equipo blaugrana.

Si Javi Martínez mantuviese su sueldo (cercano a los tres millones de euros), el Barça debería abonar unos 6,8 millones de euros brutos por los 3,7 que abona en la actualidad el Athletic de Bilbao. Teniendo en cuenta que el contrato que se baraja es de cuatro años, los culés abonarían un total de 27,2 millones de euros.

Sin embargo, el problema va incluso más allá: el jugador no quiere mantener su sueldo. Exige percibir un millón de euros más limpios, es decir, que desea cobrar 4 millones, esto es, el Barça debería abonar en cantidad bruta más de ocho millones por temporada, 32 en todo lo que dure su contrato.

En resumen, esta opción encarecería toda la operación hasta más de 80 millones de euros entre el pago de la cláusula y el sueldo previsto al jugador.

Por eso el club le ha pedido al jugador que, si quiere acabar en el Camp Nou, mantenga sus emolumentos actuales e incluso que los reduzca. De lo contrario parece complicado que termine jugando en el Barça tal y como él y el club culé parecen desear.

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