
La relación entre Kaká y el Real Madrid parece que está a punto de concluir. Poco más de tres años después de que aterrizara en el Bernabéu (fue presentado el 30 de junio de 2009), su balance como jugador del Real Madrid se acerca más al suspenso que al rendimiento que se le supone a un jugador que costó 65 millones de euros. Mou no le quiere en EEUU
Fiasco en toda regla que, más tarde o más temprano, parece llamado a finalizar este verano. El Milan acecha, el jugador mueve sus fichas y el Real Madrid presiona para sacar la máxima tajada posible. Es el juego habitual de cualquier venta que, en el caso del brasileño, ha tenido un desarrollo prolongado en el tiempo. Estos son los diez episodios con los que Kaká ha colmado el vaso de la paciencia madridista:
1.- Alcorconazo (noviembre 2009)
Kaká comenzó su etapa como jugador del Real Madrid brilllando. El inicio de campeonato fue bueno e incluso el mediapunta se permitió alguna que otra exhibición, como la que protagonizó ante el Tenerife o el Getafe en los primero partidos de Liga. Sin embargo, su bajón pronto comenzó a ser una realidad. En Liga de campeones, ante el Olimpique de Marsella, dejó una lamentable imagen que derivó en el Alcorconazo.
Kaká no jugó ante los amarillos en el partido de ida (el del 4-0), pero sí lo hizo en el de vuelta. Ante la ausencia de Cristiano Ronaldo (lesionado precisamente frente a los franceses), toda la responsabilidad de aquel choque quedó sobre sus espaldas. Pues bien, Kaká hizo un partido lamentable.
Apático, apenas apareció en el juego merengue. Tanto es así que fue Van der Vaart, suplente aquella noche, el que hizo el único gol merengue en la eliminatoria. Desde entonces, Pellegrini comenzó a darle galones al 'tulipán'. Comenzaron a surgir las lesiones del mediapunta.
2.- Problemas físicos (enero de 2010)
Unos días después del 'Alcorconazo', Kaká jugó en el Camp Nou contra el Barcelona. El 'Clásico' confirmó su bajada de forma. Entonces se le detectó una pubalgia que el brasileño no quiso tratarse vía quirófano. Los servicios médicos estimaron entonces que lo mejor sería optar por un tratamiento conservador.
Llegado el mes de febrero, llegó el últimatum blanco: había que operar. El método que prefería el jugador no funcionaba. Kaká, sin embargo, volvió a negarse. Dijo sentirse mejor. No era cierto, tal y como se demostró tiempo más tarde.
3.- El cisma de Lyon (marzo 2010)
Uno de los episodios más duros de la primera temporada de Kaká en el Real Madrid llegó en la vuelta de octavos de final de la Champions. Los blanco cayeron eliminados ante el Olympique de Lyon y Kaká, como en sus últimos partidos, apenas brilló. Pellegrini lo sustituyó y su mujer montó en cólera. A través de Twitter cargó contra el chileno. "Es un cobarde", le dije.
El gesto no gustó al club. Entendía que no hablaba sólo Carline Celico, sino que también lo hacía el jugador por boca de su esposa. El divorcio con el técnico se confirmaba. Florentino, sin embargo, escogió al futbolista. Pellegrini estaba sentenciado.
4.- La farsa del Mundial (julio 2010)
El Mundial confirmó los temores del Real Madrid. Kaká no quería operarse porque prefería no arriesgarse para estar en la cita de Sudáfrica. Allí jugó lesionado y, tras disfrutar de su mes de vacaciones, regresó a Madrid para comunicar entonces su deseo: quería pasar por quirófano. Aquello provocó la indignación de buena parte del equipo merengue. Se había perdido un tiempo precioso en su recuperación. El brasileño no regresaría hasta siete meses después, en enero de 2012.
5.- Naufragio en el Camp Nou (mayo 2011)
Kaká regresó a principios de año y tras algún que otro buen partido, Mourinho decidió darle una oportunidad en la vuelta de las semifinales de Champions en el Camp Nou. Craso error. El brasileño se perdió en medio de la responsabilidad que conllevaba el choque. De hecho, fue el que menos brilló de un equipo, el Real Madrid, que salió mejor parado de aquel choque con empate a uno final. La clasificación fue finalmente para el Barça.
6.- Pretemporada gris (julio-agosto 2011)
Kaká, nada más terminar la campaña, habló con Florentino Pérez. "Esta temporada brillaré. Es la primera que puedo trabajar en verano con el grupo. Volveré a ser el de antes", le prometió. Sin embargo, sus gestos hablaron de todo lo contrario.
En primer lugar, porque su padre se reunió con el Milan para analizar un posible retorno a Italia. En segundo lugar, porque sus partidos durante la preparación merengue fueron más que discretos. Kaká comenzó el año siendo suplente.
7.- Hundimiento Champions (marzo 2012)
El último momento de verdadero esplendor de Kaká con el Real Madrid tuvo lugar en la fase de grupos de la Champions League. Ante el Ajax, en el Bernabéu, firmó un partido soberbio, doblete incluido. Sin embargo, aquello quedó como un espejismo. Ante el Apoel Nicosia tuvo momentos lúcidos, pero antes, contra el CSKA, protagonizó el enfado de Mourinho cuando, en Rusia, apenas trabajó en defensa.
8- El enfado en el derby (abril 2012)
Tras aquello, Kaká tuvo una penúltima actuación desastrosa en Liga. Fue en el Calderón cuando, contra el Atlético de Madrid, el 8 se disolvió como nunca. De hecho, Mourinho se lo 'cargó' al descanso después de jugar apático y sin apenas actitudes defensivas.
La mayoría de ataques rojiblancos llegaron por su costado y él, lejos de esforzarse para evitarlo, correteaba por el mediocampo perdido y sin rumbo. Tras aquello, 'The Special One' lo castigó con varios partidos sin jugar. Hasta la noche del Bayern.
9.-El fiasco del Bayern (mayo 2012)
En la vuelta de las semifinales de Champions Kaká fue suplente. Sustituyó en la segunda mitad a Di María. En sus botas quedaron algunas de las oportunidades más claras de los blancos. Sin embargo, el mediapunta, lento y falto de ideas, las desaprovechó todas. Para colmo, falló uno de los penaltis de la tanda decisiva. Fue la cruz casi definitiva. Quedaba sentenciado.
10.- Presiones ante su salida (julio 2012)
Su último desaire al Real Madrid ha llegado en forma de presiones para forzar su salida del club. En el Bernabéu no gusta nada que el jugador pretenda mantener sus pretensiones salariales para ser vendido a otro equipo y que, incluso, medite pedir a la entidad que le deje ser traspasado a coste cero. Después de tres años de paciencia, entienden que es un mal gesto por su parte semejantes exigencias a la entidad.