
Las prioridades del Barça han cambiado. Hace apenas una semana el equipo culé buscaba un defensa centra como prioridad y un delantero como alternativa. Hoy, siete días y una baja inesperada después, todo ha cambiado. El adiós de Keita crea un nuevo agujero difícil de cubrir. O quizá no tanto. Javi Martínez, hombre deseado por los culés desde principios del verano, podría ser encargado de matar dos pájaros de un tiro. Su incorporación cubriría las vacantes en defensa y mediocampo. Sin embargo, hoy por hoy, su llegada parece imposible. Es el objeto de deseo inalcanzable para Vilanova y el resto del cuerpo técnico culé.
El problema tiene doble nombre: Athletic de Bilbao y cláusula de rescisión.
El club no desea venderlo (así se lo ha dejado claro también al Bayern de Múnich) por lo que sólo queda una puerta abierta a su salida: pagar la cláusula de rescisión del jugador, esto es, 40 millones de euros y el correspondiente IVA, algo que dejaría la operación en 50 millones de euros.
Teniendo en cuenta que las arcas blaugrana sólo disponen de 30-40 millones para fichar este verano, parece difícil que se pueda ejecutar el fichaje. Sin embargo, la necesidad aprieta y en el Camp Nou ya se estudian distintas vías para acometer la operación.
La primera de ellas es llegar a un acuerdo con el Athletic por el que se pague el precio de la cláusula, IVA incluido, pero que no se haga por la vía del pago de la cláusula, esto es, que se pueda aplazar el abono de los 50 millones en distintos pagos, lo que facilitaría acometer la operación y amortizarla en varias temporadas.
Las ventas de Afellay y Villa
La otra opción es tratar de vender jugadores interesantes en el mercado para ingresar el dinero que falta para acometer el fichaje. David Villa es el más apetecible del mercado. Por él se podrían obtener entre 35 y 40 millones de euros. Es la cantidad que se baraja en Inglaterra podría pagar el Manchester City por él. También interesa al PSG por un precio similar.
El segundo nombre es Ibrahim Afellay. Tras ser titular con Holanda en la Eurocopa, el mediocampista tiene buen cartel. Teniendo en cuenta que el mediocampo culé posee suficientes efectivos como para cubrir su ausencia, en el Barça entienden que se podría vender sin que la plantilla se resintiese. Precio: entre 15 y 20 millones de euros. En caso de conseguir esta cantidad por su salida, el Barça tendría opciones de fichar a Javi Martínez.
Cuestión de diplomacia
El problema, en este caso, pasaría al plano 'político'. Según el diario As, Rosell y sus directivos son poco amantes de pagar cláusulas de rescisión para no empeorar las relaciones con el resto de clubes. Así pues, habría que ablandar las posturas con Urrutia y el resto de jefes del Athletic, tarea complicada hoy por hoy.
Ingeniería de fichajes para conseguir a la perla deseada del mercado. Un hombre deseado también por el Real Madrid. La presencia de los blancos (y la ya citada del Bayern) es la cuarta pata que completa el banco de una operación inalcanzable. Al menos por ahora.