Fútbol

Tito Vilanova y las razones por las que aún no ha firmado como técnico del Barça

Vilanova, en el banquillo del Barça | Reuters

El FC Barcelona vive pendiente de un nombre: Tito Vilanova. El que será técnico culé todavía no ha firmado aún su contrato con la entidad barcelonista en un gesto que comienza a incomodar a buena parte de la directiva blaugrana. Aunque desde el Camp Nou se insiste en que los pasos son los correctos, lo cierto es que el entrenador debería haber sellado el acuerdo la semana pasada.

En un principio, tal y como ha contado EcoDiario.es, el sustituto de Guardiola unirá su nombre al del Barça por dos temporadas a razón de casi siete millones de euros por campaña, cinco 'kilos' y medio más que lo que percibió Pep en su primer contrato como dueño del banquillo culé.

Todas estas condiciones estaban más o menos cerradas hace dos semanas cuando Zubizarreta y el propio Vilanova se sentaron por primera vez para comenzar a planificar la temporada.

Aclarados los aspectos deportivos, Tito le dejó la negociación a su representante. Josep María Orobit, hombre fuerte también de Pep Guardiola, endureció la negociación por encima de lo esperado y lo hizo, no en los grandes asuntos, sino en la letra pequeña.

Es decir, Orobit y el Barça llegaron pronto a un acuerdo sobre la duración y las cantidades que percibiría Tito, pero no así en cuanto a las cláusulas que rodean este documento, especialmente en el caso de las que liberarían al preparador de su contrato.

Vilanova y los suyos quieren asegurarse de que no se prescindirán de sus servicios antes de lo previsto. Es decir: que habrá mecanismos por los que se compensará en su justa medida un posible despido anticipado del entrenador culé.

Según ha podido saber EcoDiario.es, no es que el preparador desconfíe del club, sino que se trata de una mera medida preventiva ante su agitada designación como nuevo técnico barcelonista. Tito sabe que un sector del club no termina de asumir su asignación. La exigencia a su trabajo será máxima, más si cabe que en el caso de Guardiola.

Pep, al contrario que Vilanova, llegó al banquillo con el crédito ganada por su pasado como ex jugador del Barça. Ése fue su salvavidas cuando los resultados tardaron en llegar en el inicio de temporada.

Además, Vilanova también quiere tener atados y bien atados todos los flecos que se relacionan con sus colaboradores. Al igual que ocurrió con Guardiola, Tito quiere las mejores condiciones posibles para los suyos. Cada contrato se mira con lupa y se revisa varias veces antes de presentar contra ofertas y alternativas entre ambas partes, algo que también ralentiza el proceso.

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