Fútbol

El cuerpo técnico de Guardiola pactó en octubre marcharse con él si decidía irse

Vilanova, durante un amistoso benéfico de fútbol sala | EFE

La salida de Pep Guardiola del FC Barcelona prosigue plagada de filtraciones que evidencia que, de puertas hacia adentro, no fue tan modélica como la mayoría percibía. Las revelaciones dadas a conocer este jueves por Manel Estiarte demuestran cómo parte del staff técnico culé no compartió la decisión de Vilanova de coger las riendas del club. Repartió el dinero del Sabadell

El hasta ahora jefe de relaciones institucionales ha desvelado en una entrevista en El Periódico de Cataluña que, en octubre, la opinión generalizada de los colaboradores del preparador era unánime y común. Todos harían lo que hiciera su jefe. "Si estamos con fuerzas, seguiremos todos, y si no, nos iremos", ha confirmado el ex jugador de Waterpolo.

Aunque Estiarte ha querido restar importancia a lo acontecido en el seno del equipo de técnicos bajo las órdenes Pep Guardiola, lo cierto es que no ha negado que algunos de sus miembros, sin dar nombres, continúan molestos y sorprendidos. "Unas [personas] necesitan una hora, otras un día y otras no entienden las cosas nunca", afirma.

La versión de los hechos contada por Estiarte confirma, en parte, lo que dijo en su día Guardiola sobre la designación de Vilanova. Pep afirmó que se enteró de la designación oficial el día que anunció su adiós. Aunque él sabía que Tito era el primer candidato, lo cierto es que algunas fuentes del Barça apuntan a que el entrenador esperó un gesto de lealtad de su ayudante. Es decir, lo expresado por Estiarte. "Si yo me voy, tú te vas". No fue así

El pasado mes de febrero EcoDiario.es ya contó que Guardiola descartó salir del Barça para fichar por otros equipos por la salud de Vilanova. Eran los meses en los que el nuevo entrenador culé luchaba con el cáncer que le asaltó la laringe. Entonces, el planteamiento de Pep era inamovible: sin su amigo no se marcharía de Barcelona.

Ese sentido de la lealtad es el que podría haber sorprendido al propio Guardiola y a parte de sus colaboradores cuando se anunció el relevo. No obstante, la mayoría del equipo que había llegado con Pep al Barça en 2008 ha abandonado la entidad. Sólo Vilanova ha permanecido dentro de ese núcleo fiel al de Santpedor.

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