La final de la Copa del Rey del próximo 25 de mayo entre el Athletic de Bilbao y el FC Barcelona sigue dando de qué hablar más por lo extradeportivo que por lo futbolístico. Las aficiones de ambos equipos tienen previsto repetir la pitada al himno de España que ya protagonizaron en 2009 como forma de manifestar los sentimientos nacionalistas catalanes y vascos. También hay versiones alternativas, como los que proponen cantar 'Un elefante se balanceaba' de forma irónica por el accidente sufrido por el Rey en Botsuana.
Sin embargo, por sorprendente que pueda parecer, esta tendencia tiene eco en el resto de Europa y en partidos sin representación de nacionalidades históricas como ocurre en el choque del Vicente Calderón. Los últimos ejemplos recientes provienen de aficiones con alto componente patriótico. Este año las finales de Copa de Italia y de Inglaterra vivieron capítulos similares.
En el caso de las Islas, el Chelsea-Liverpool de la FA Cup tuvo como antecedente el tradicional saludo del Prínicipe de Gales a los jugadores de ambos contendientes. A renglón seguido la cantante Laura Wright entonó el himno de Gran Bretaña. Para sorpresa de muchos asistentes, las aficiones 'red' y 'blue' se unieron para silbar el 'God Save the Queen'.
Algo similar ocurrió el domingo pasado, cuando el Olímpico de Roma asistió a un episodio similar en su homólogo italiano. En la previa del duelo entre Nápoles y Juventus, la cantante transalpina Arissa entonó el himno italiano con resultado similar al vivido en Wembley. Los 'tifosi' de ambas aficiones también silbaron esta versión para pasmo de muchos de los asistentes y de buena parte de la prensa, que criticó duramente la actitud de ambos colectivos.