
El Real Madrid prepara la próxima temporada pendiente de un nombre. Ricardo Kaká y su futuro se han convertido en cuestión de Estado para un equipo que ya busca recambio al brasileño. Si el 8 merengue acaba saliendo del Bernabéu, las alternativas se multiplican. El croata Modric ha entrado en una lista en la que ya figuraban hombres como Lucas Moura o Goëtze y en la que acaba de emerger con fuerza un nacional. José Mourinho podría haber pedido el regreso a España de David Silva para incorporarse a las filas del conjunto merengue.
Ésa es al menos la intención que tiene el portugués quien, según el diario As, habría incluido entre sus favoritos para ése puesto al canario. Silva, actual campeón de la Premier League, sería el complemento ideal para una plantilla necesitada de alguien que pueda actuar en el puesto de Özil cuando éste no juegue y que incluso le pueda arrebatar el puesto de titular al alemán.
El perfil encaja a la perfección con el 21 del Manchester City, un eterno deseado para la casa blanca y los madridistas, aunque no tanto para su entrenador.
Esta información, este nuevo supuesto interés en Silva llama la atención por cuanto el Real Madrid tuvo en su mano ficharlo en 2010. Por aquel entonces, y antes de que se confirmase el fichaje de Mourinho, la entidad que dirige Florentino Pérez llamó a las puertas del Valencia ya no sólo para preguntar precio por él, sino para ficharlo.
Hubo oferta en firme y muy en firme. Así lo confirmó Manuel Llorente, presidente de la entidad ché quién reveló, también, que hubo un día en que Silva fue más del Real Madrid que del Valencia. Fue en mayo de aquel año cuando el acuerdo estaba prácticamente cerrado por una cantidad entre los 32 y los 35 millones de euros. Hasta que llegó Mourinho al Bernabéu.
Entonces todo cambió. La última llamada, la definitiva para cerrar el acuerdo entre ambos clubges nunca llegó. El entrenador luso frenó el acuerdo y propuso el nombre de Di María como su nuevo futbolista fetiche. Silva debería competir con Kaká y, por aquel entonces, 'The Special One' todavía confiaba en la recuperación del carioca. Prefería apostar por un hombre extremo nato como 'El Fideo' para ocupar la banda, posición que, tras la salida de Robben, seguía huérfana en la capital de España.
En Mestalla, hartos de esperar, decidieron escuchar otras alternativas. Entonces llegó el City y por 35 millones acabó fichando al que es ahora su jugador fetiche junto con el Kun Agüero.
Hoy, dos años después de aquello, Kaká va camino de ser la última gran decepción del Real Madrid. Fracaso que los blancos quieren tapar enmendando otro error: el de contratar a Silva 730 días después de desechar su incorporación.