El FC Barcelona tiene un problema en forma de dinero. La entidad que dirige Sandro Rosell se mueve con un escaso margen económico para planificar la plantilla de la próxima temporada. Por ello, el club negocia desde hace tiempo desbloquear los límites que los bancos le imponen a la hora de conseguir préstamos. Lucha que, por ahora, está perdiendo el conjunto blaugrana. Los bancos han negado ampliarle el crédito para incorporar nuevos futbolistas.
Según publica este viernes el diario As, las entidades que forman el 'pool' (La Caixa, Banco Santander, Caja Madrid, BBVA, Banesto, Banco Popular, Banc Sabadell, Caixa Catalunya , CAM y Cajamar) que suministra fondos al Barça ha respondido con un rotundo "no" los últimos intentos de acercamiento por parte de la directiva blaugrana, empeñada en conseguir más dinero con los que poder restructurar su plantilla tras la salida de Guardiola.
Tiempos de cambio que el presidente Rosell quiere impulsar con importantes nombres, fichajes de peso para evitar que el adiós de Pep se note demasiado. Jugadores como Bale, Van Persie, Thiago Silva o Jordi Alba son algunas de las prioridades culés. Jugadores con un elevadísimo coste económico.
Cuando arribó al Camp Nou, Rosell anunció que podría contar con hasta 155 millones de euros para fichar y afrontar otros pagos. En su primer año, Rosell apenas desembolsó 10 millones en Adriano y 25 por Mascherano (Villa procedía de la era Laporta).
En la siguiente campaña, Cesc y Alexis supusieron un total 55 millones de euros en gastos. En total, casi 90 millones a los que habría que sumar las partidas destinadas a cubrir otros gastos.
Así las cosas, las cuentas hablan: para esta campaña los culés no podrían invertir más de 50 millones de euros en fichajes, a los que unir el ahorro por salario de Guardiola (10 millones) y el de las primas por no haber ganado Champions y Liga.
Cifras que permitirían al Barça aumentar hasta un máximo de 70 millones el total para gastar. Insuficiente teniendo en cuenta que los cuatro jugadores mencionados anteriormente rondan los 30 millones de precio como media. Rosell necesita casi 50 millones más de los bancos para cumplir con sus objetivos y el crédito, por ahora, no llega, aunque en el Camp Nou no se pierde el optimismo.
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