
El fin de la era Guardiola ya es el inicio de la era Tito Vilanova. El rápido (y sorprendente) cambio de entrenador en el FC Barcelona emboca ya hacia una nueva etapa en la que el actual técnico asistente culé deberá asumir importantes retos con los que evitar la horfandad post-Pep y mantener los resultados del considerado uno de los mejores equipos de la historia.
Por ahora, parte del trabajo ya lo tiene hecho. Ser un un miembro destacado del staff que ha llevado a la gloria a la actual plantilla culé hace que Tito haya comenzado su caminar en el Barça con buen pie.
Más si cabe por los episodios que ha protagonizado el propio Vilanova, la mayoría de ellos para su digusto. No es un técnico al que le gusten los titulares sobre su persona.
Sin embargo, el dedo en el ojo de Mourinho y su tumor felizmente curado lo colocaron en primera línea de la información, con gran apoyo de una afición, la del Barça, que lo ha arropado en estos duros momentos. Ese calor y cariño le da un margen de ventaja que ningún entrenador externo habría tenido.
Pero el Barça y su exigencia hacen que el crédito no sea eterno. Es un buen inicio, pero la confianza en la Ciudad Condal se gana con resultados e imagen tanto deportiva como extradeportiva. Aquello que ha potenciado Guardiola. Aquello que también se le exigirá a Tito Vilanova en los cinco grandes retos que le plantea su nueva etapa en el banquillo del Camp Nou.
1.- El triple listón de excelencia culé
El actual FC Barcelona es un ejemplo por sus tres características más destacadas: resultados, buen juego y ejemplo lejos de los terrenos de juego. Los tres son consecuencia directa de Guardiola quien, con la colaboración de su equipo técnico y plantilla, ha hecho estos tres criterios su principal seña de identidad.
Los dos primeros (resultados y buen juego) están íntimamente ligados. En ambos casos nos encontramos ante el mayor reto para el nuevo entrenador culé. La nómina de títulos del Barça en los últimos cuatro años es casi insuperable con 13 títulos conseguidos (14 si se logra la Copa del Rey), incluido el histórico pleno de seis títulos de seis posibles en 2010.
En cuanto al juego, son muchos los barcelonistas que desde dentro del club, entienden que el buen fútbol culé es cosa en gran parte de Tito Vilanova, ideólogo táctico de muchos de los sistemas que Guardiola ha utilizado a lo largo de estas cuatro temporadas.
El preparador también cuenta en su haber el fabuloso currículum del histórico equipo cadete en el que, con Cesc, Piqué o Messi entre otros, se pueden identificar señas de identidad de este Barça, como el dibujo (4-3-3), los laterales ofensivos, la posesión o el falso nueve.
El tercer aspecto, el de la imagen extradeportiva, es seguramente el que mejor pueda mantener un Tito Vilanova de perfil bajo mediático. Sus ruedas de prensa (las pocas que ha dado hasta la fecha) siempre se han caracterizado por ser calmadas y serenas.
Su discurso se parece mucho al de Guardiola, aunque sin el formato de su actual 'jefe' (Pep es mucho más retórico) ni el peso simbólico que tiene el hecho de que sean pronunciadas no sólo por el actual entrenador del Barça, sino por ser un mito como ex futbolista.
2.- Gestionar bajas y altas de la plantilla
Es quizá el mayor reto de todos los que tiene por delante el nuevo entrenador del Barça. Su plantilla necesita una profunda renovación. Así lo indican fuentes internas de un Barça que consideran que, tras cuatro años sin grandes cambios, toca hacer una suerte revolución potente que no afectaría a muchos nombres (cuatro o cinco bajas; cuatro o cinco fichajes) pero que sí que tocaría a algunos pesos pesados del vestuario.
Dani Alves parece, por ahora, el más claro ejemplo de salida sonada, pero junto al brasileño (con ofertas importantes del Anzhi ruso) se unen nombres como Pedro, Piqué, Adriano, Villa, Pinto o Afellay han sido alguno de los nombres que han sonado como posibles bajas del equipo blaugrana.
Semejante 'limpia' requiere de una mano firme, primero con los propios afectados, segundo con los que se quedan en el vestuario y tercero con una afición que no comprenderá algunas de estas ausencias.
Es un caso similar al que se le planteó a Guardiola cuando en 2008 acabó abriendo las puertas a Deco, Ronaldinho y Eto'o, aunque éste último acabara quedándose un año más. Algunas fuentes afirman que el adiós de Pep se debe, en parte, a la imposibilidad con la que se ve para afrontar esta tarea.
3.- Los relevos de las 'vacas sagradas'
Además de estas posibles salidas, el vestuario del Barça tiene otro problema: los veteranos. Hay jugadores como Xavi o Puyol que ya superan la treintena.
Su papel sigue siendo vital dentro y fuera de los terrenos de juego, pero sus fuerzas escasean y el rendimiento ya no es el mismo que tenían tiempo atrás. Ambos han tenido que ocupar más veces el banquillo de lo esperado.
La tendencia, si todo sigue la lógica, continuará. Gestionar la suplencia de estrellas como éstas no es tarea sencilla. Tito Vilanova deberá afrontar este paso como lo hizo en su día, por ejemplo, Van Gaal con el propio Guardiola y Xavi. Que la transición sea por hombres de la casa como Sergi Robert, Thiago o Rafinha aporta una doble responsabilidad al entrenador. Proteger al joven de tanta presión también es importante.
4.- Lucha de egos
El vestuario del Barça se ha caracterizado durante estos cuatro años por el buena ambiente de un vestuario donde los 'disidentes' (Eto'o, Ibrahimovic, Touré...) han sido excepción. Sin embargo, si los éxitos no llegan, podrían aflorar tensiones que la presencia de Guardiola (con experiencia como ex jugador de élite) calmaba.
Elementos anteriores como la salida de jugadores o posible suplencias indeseadas podrían agravar el panorama. Para colmo, durante esta temporada se han visto tensiones antes inéditas, como las protagonizadas con Piqué o Cesc por su rendimiento en determinados momentos del campeonato.
5.- Hacer frente a Mourinho y el Real Madrid
El quinto reto al que se tendrá que medir Tito Vilanova es Mourinho y su Real Madrid. La presión a la que somete el preparador luso a sus rivales es creciente y aguantar no es fácil. Ése es uno de los méritos de Guardiola: capear el temporal que le llegaba desde al capital no ha sido sencillo, y más hacerlo casi siempre con buenas formas y 'seny', algo que, por momentos, ha desesperado en el Bernabéu.
Su sucesor deberá hacer algo similar con un añadido: si los resultados sonríen al Real Madrid, los argumentos deportivos no estarán a su lado para defender sus argumentos.