El nuevo entrenador del FC Barcelona a partir de la próxima temporada, Tito Vilanova, ha vivido una trayectoria de altibajos hasta llegar al puesto de máxima responsabilidad deportiva en el conjunto azulgrana.
Tras una irregular trayectoria futbolística, cuyo cénit fueron dos años en el Celta de Vigo, Vilanova se retiró y pasó a formar parte del 'staff' técnico de las categorías interior del club azulgrana.
No obstante, la llegada de Joan Laporta a la presidencia de la entidad truncaría en cierto modo sus planes. El máximo dirigente barcelonista llevó consigo a Sandro Rosell, a quien nombró vicepresidente deportivo en su primera etapa al frente del club.
Una de las primeras medidas de Rosell fue hacer una profunda remodelación de las categorías inferiores del club, encargada a su hombre de confianza, Josep Colomer (actualmente director general de la Academia Aspire de Qatar, con la que el Barça mantiene importantes lazos).
Colomer tomó drásticas decisiones. Entre ellas, el despido de numerosos técnicos de la cantera barcelonista. Tito Vilanova, que entrenaba al Cadete B de Leo Messi, Gerard Piqué o Cesc Fábregas estuvo entre los damnificados.
Entonces, el gerundense se buscó la vida fuera de la entidad. Entrenó a Palafrugell y Figueres y se encargó de la dirección técnica del Terrasa, hasta que Pep Guardiola llamó a su puerta para devolverle al club de sus amores.
Junto a Pep, Vilanova vivió sus mejores años, primero como técnicos del filial durante una temporada, y luego con sus cuatro gloriosas campañas al frente del primer equipo barcelonista.
Ahora, y tras la decisión de Guardiola, Tito se encuentra en primera línea de fuego, colocado por la directiva de Sandro Rosell. No obstante, en la rueda de prensa de despedida de Pep, el presidente se apresuró a afirmar que la decisión había sido estrictamente de Andoni Zubizarreta, en una estrategia para cubrirse las espaldas por si la apuesta no sale bien y Rosell se ve obligado a volver a enfrentarse a Vilanova.
Pep no seguirá...