El FC Barcelona está en pleno proceso de preparación para las próximas temporadas. El equipo culé ya medita cómo 'reestructurarse' mientras todas las miradas se posan en Pep Guardiola. En el club se sigue la senda del optimismo. Nadie en el Camp Nou duda que su técnico renovará. Guardiola busca un topo
Al menos así lo dejan entrever algunos de sus miembros. Según ha podido saber EcoDiario.es, la tranquilidad en el seno de la directiva culé es, por ahora, la tónica dominante. Nadie duda de que el futuro del técnico seguirá el rumbo establecido por su presidente. Sandro Rosell es el primer convencido de que Pep seguirá. Sobre su mesa, varios signos que así lo indican.
La primera, la que afecta a la pretemporada. Guardiola ha solicitado cambios sustanciales en la preparación del equipo.
Este verano no habrá viaje a Estados Unidos. Las quejas del preparador la pasada campaña calaron fuerte y este año no se repetirá error: nada de hacer las Américas. Además, el técnico ya comienza a colocar sobre la mesa algunos nombres de futuribles fichajes.
Aunque Zubizarreta y el resto del cuerpo técnico tiene mucho que decir en los nombres que aterrizan en Can Barça, lo cierto es que la palabra de Pep suele guiar las búsquedas de futuribles refuerzos.
Por ahora, el entrenador ha solicitado ya varios refuerzos en varios puestos: lateral izquierdo, central derecho, y delantera. Jugadores con Van Persie, Adrián, Alba o David Luiz son algunos de los que suenan con más fuerza. Que Guardiola se haya implicado tanto en estos preliminares es, entienden en la Ciudad Condal, signo inequívoco de que continuará
El cóctel de las dudas
Para la duda quedan el resto de factores. El primero, cómo afectarán los resultados de final de temporada. Por un lado, se entiende que la consecución de la Champions y la Copa podría animar a Pep a seguir. El ciclo no se habría acabado.
Sin embargo, en el seno del Barça también los hay que consideran que alzar estos dos títulos animaría a Guardiola a marcharse con el pabellón bien alto tras una temporada en la que ciertos signos de debilidad animarían a buscar un cambio.
En el lado contrario, quienes defienden fervientemente que sólo la sequía de títulos hará firmar la renovación: Pep no dejaría jamás desamparado a su equipo.
También llama la atención que Guardiola espere tanto a anunciar su continuidad o no. Hace semanas se pensó que era una táctica de motivación, es decir, que lo anunciaría cuando el equipo pasase a la final de la Copa para, así, dar impulso moral a sus jugadores. Sin embargo, las fechas pasaron y nada se supo de su boca. Mejor dicho, sí se supo algo: que estaba harto de tanta pregunta en sala de prensa sobre lo mismo.
"Ya he respondido a eso. Sigo pensando lo mismo", comenzó a comentar a los periodistas. Tiempo después, los redactores se cansaron de insistir. Precisamente en sala de prensa Guardiola lanzó el pasado miércoles un extraño mensaje que muchos interpretaron como un posible adiós adelantado: "Siento que esta temporada ya hemos ganado", dijo entre dudas de qué quiso decir realmente.
Cóctel de ingredientes en el que la derrota del Clásico es uno más. Qué hará Pep. Sólo él mismo lo sabe y la respuesta, por ahora, sigue siendo una gran incógnita.
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