Kaká vuelve a convertirse en uno de los nombres propios del mercado de fichajes. El futbolista brasileño del Real Madrid podría salir, esta vez sí, del equipo merengue el próximo verano. Su rendimiento irregular, sus problemas con Mourinho y su elevado sueldo han lastrado definitivamente las opiniones de una directiva cada vez más cansada del último gran fiasco blanco.
Al igual que pasara en verano de 2011, las novias no le faltarán, ahora bien, asunto diferente es el precio que tendrá su fichaje. Por una parte, por el coste de salida.
El Real Madrid quiere amortizar parte de lo que costó (65 millones de euros) y exige entre 25 y 30 millones de euros. El otro problema es el sueldo del futbolista: 12 millones limpios que en países como Italia, Inglaterra o Francia podrían rondar los 25 con los impuestos incluidos. Cabe recordar que el jugador tiene 29 años y le restan tres años de contrato (hasta los 32)
Pese a ello, varios clubes ya han abierto los brazos a la opción de fichar al brasileño: Milan, Chelsea y PSG son sus principales novias. Los primeros, por boca del propio Berlusconi, necesitado de refuerzos que ahoguen su mala temporada con los 'rossoneri'.
El segundo, por puro capricho de Abramovich, empeñado en tener en su equipo al brasileño desde que, en 2009, fichara por el Real Madrid.
El tercer club en liza es el PSG: Ancelotti ha insistido en su contratación y el magnate que controla el cuadro parisino no ha descartado realizar una importante inversión. Otra cosa será lo que decida Kaká.
El pasado verano fue Florentino Pérez el que frenó cualquier opción de salida. "Tú te quedarás y triunfarás aquí", le dijo el presidente del Real Madrid en una conversación que el propio Kaká reveló a principios de campaña en una entrevista ofrecida al canal oficial del equipo merengue.
La conversación tuvo lugar en un conocido hotel de Madrid y el jugador aceptó el reto. Días después le prometió a Mourinho dar lo máximo ante la primera temporada en la que entrenaría a tope en el Real Madrid desde que aterrizara en el Bernabéu. Anteriormente, sus molestias físicas y el Mundial de Sudáfrica habían impedido que realizara una pretemporada normal. Esta vez no.
El arranque de curso parecía indicar que Kaká volvería a acercarse al que fue en el Milan. No fue así. El luso se evaporó pese a sus buenas actuaciones y se difuminó en un rendimiento irregular con más actuaciones discretas que destacadas.
La falta de compromiso defensivo y su facilidad para 'borrarse' de los partidos ha provocado el enfado de Mourinho, quien lo ha 'castigado' desde que en el derby ante el Atlético su falta de rigor táctico provocara problemas constantes en el lateral derecho merengue. Fue sustituido al descanso y el equipo creció.
Idas y venidas que podrían convencerlo para, esta vez sí, solicitar su salida de Bernabéu, el estadio que el acogió como el primer galáctico de la nueva era de Florentino Pérez y que, ahora, ve como se trata de un suplente más, en ocasiones, sin minutos si quiera para saltar al césped, como el pasado sábado ante uno de los últimos equipos en la Liga española.
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