
El partido del Real Madrid contra el Villarreal sigue dando de qué hablar. Más allá del análisis de las polémicas decisiones del arbitraje (en el club blanco no están nada satisfechos sus trece 'pecados), la directiva merengue quiere hacer autocrítica con los sucedido en el Madrigal.
Más de uno de sus miembros está enfadado con la actitud de Mourinho y de algunos jugadores como Pepe por 'inmolarse' ante los errores del colegiado. Por que, y esa es la primera conclusión a la que se llega en Chamartín, Paradas Romero estuvo mal, "estuvo fatal", según afirman buena parte de los directivos.
Más de uno, de hecho, ve 'ensañamiento' del árbitro hacia el Real Madrid y hacia José Mourinho. La teoría del resentimiento se impone a la hora de explicar el porqué. Los blancos pidieron a la federación su recusación después de que expulsara a 'The Special One' en el partido de Copa del Rey frente al Murcia. Mou le mandó "a la mier...", razón suficiente para una roja, pero el Real Madrid pidió que no le volviera a pitar por aquella decisión.
De hecho, el duelo ante el Villarreal fue el primero de ellos. Y el resultado, a la vista está: cinco expulsiones entre las que llama la atención la de Rui Faría y Özil. El asistente aplaudió a Cristiano. Paradas interpretó que se mofaba de él. El alemán también aplaudió irónicamente al colegiado. Por eso se fue al vestuario.
Mou y la roja ante el Barcelona
Sin embargo, dicho todo esto, en el Real Madrid alguno de sus directivos entienden que unos profesionales como los merengues no pueden actuar como actuaron Pepe y Mourinho cuando las cosas se ponen tan tensas. Especialmente porque con tanta crispación se perdieron buena parte de las energías que debían haber puesto en la remontada.
En este sentido el mayor enfado se dirige hacia el entrenador luso. Con 10 minutos todavía por jugar, su acceso de ira señalando a Paradas Romero y gritándole "Tú, tú, tú eres un hijo de pu..." no se entiende.
Aquel gesto terminó de incendiar a los jugadores merengues, los sacó del choque y los sobre-excitó hasta provocar que el tiempo que restaba por jugarse apenas fuera un intercambio de patadas sin sentido. Había tiempo de remontada, pero el gesto de Mourinho lo tiró a la basura porque desquició a su equipo.
Lo peor, estiman desde la zona noble del Bernabéu, es que Mourinho es reincidente. Ya en Champions, contra el Barça, en semifinales, el luso tiró la segunda parte del partido cuando Pepe fue expulsado. Su enfado, su insulto al colegiado provocando la expulsión, volvió a excitar el ambiente. El equipo se sintió contagiado por esta ira desproporcionada y lo pagó con un exceso de nervios que evitó cualquier opción de victoria. Messi y sus goles hicieron el resto.
Un técnico de un equipo como el Real Madrid y de la talla de Mourinho debería, insisten estos directivos, tener más sangre fría para evitar provocaciones que perjudicaran al equipo. Sin embargo, Mou es el extremo contrario. Lejos de relajarse, se acelera provocando todo lo contrario a lo deseado: caos y más ira.
Pepe, el reincidente
Pepe es un ejemplo similar, si bien, creen en el Real Madrid, su expulsión es más entendible porque, con las pulsaciones al máximo, actitudes de este tipo son posibles y para nada descabelladas. Pese a ello creen que el central es reincidente.
No es la primera vez que se calienta en exceso donde otros de sus compañeros (Sergio Ramos, Casillas, Xabi Alonso, Khedira, Marcelo...) se muestran más relajados. De hecho, este último, Marcelo, es, para estos directivos, el ejemplo que debería seguir su amigo Pepe.
El futbolista, nada más acabar el encuentro, sobre el césped del Madrigal, habló con las televisiones que retransmitieron el partido de una forma sosegada. "No debemos fijarnos en lo que ha hecho el árbitro. Nosotros tampoco lo hicimos bien y debemos trabajar porque hay una ventaja positiva que sigue siendo favorable a nosotros", comentó.