
El FC Barcelona podría dar en las próximas semanas un paso histórico en su evolución como entidad deportiva. El equipo catalán medita vender el Camp Nou y el resto de terreno anexo a su actual campo y construir un nuevo estadio dentro de una macroinstalación deportiva que incluiría, como en la actualidad, varios recintos multideportivos.
La iniciativa será estudiada en breve por la junta directiva. Se prevé que en la reunión del segundo fin de semana de marzo se aborde esta cuestión, importante, toda vez que el futuro económico del club podría depender de lo que se decida de ahora en adelante.
El actual presidente culé, Sandro Rosell, utilizó la remodelación del Camp Nou como una de sus banderas electorales cuando, en 2010, consiguió hacerse con el sillón presidencial. Sin embargo, la actual estructura del estadio, inadecuada para albergar nuevas posibilidades de negocio, ha hecho que él y su equipo de colaboradores cercanos medite ir un paso más allá y empezar de cero un proyecto que sí pueda dar cabida a nuevas formas de explotación.
El objetivo sería seguir el modelo ya iniciado por clubes como el Manchester United, el Bayern de Múnich, el Chelsea o, más recientemente, el Real Madrid. Todos estos equipos albergan en sus estadios negocios extra que permiten sumar jugosas cantidades extra para sus presupuestos.
De hecho, en el caso de los blancos, el equipo de Florentino Pérez iniciará este verano las obras de un nuevo Bernabéu que, usando los terrenos anexos al estadio blanco, albergará un centro comercial y un hotel de lujo, amén de un nutrido número de plazas de parking privado. Ya en la actualidad el feudo merengue cuenta con un pequeño centro comercial ('La Esquina del Bernabéu') y varios restaurantes insertados en sus 'entrañas'.
Ejecutar algo así en el Camp Nou actual es prácticamente imposible. La manera cómo fue construido, hace algo más de 50 años, impide que se puedan crear ninguna de estas posibilidades.
Según el diario Mundo Deportivo, los directivos barcelonistas entienden que cualquier 'lavado de cara' que se le aplique a este estadio supondrá un beneficio para el aficionado, pero no para poder avanzar en éste sentido, en el de abrir las instalaciones a nuevas opciones de negocio.
Se busca financiación
Así, el borrador inicial que ronda por los despachos culés apunta a un plan simple en la teoría, algo más difícil en la práctica.
Sus integrantes estudian si el presupuesto planteado inicialmente para el proyecto 'Espai Barça' (la construcción de un nuevo Palau Blaugrana con centros de fitness, auditorium, hotel y nuevas oficinas) podría dar, previa venta del Camp Nou y apoyo crediticio, para construir todo esto y el nuevo estadio blaugrana.
En caso de hacerlo, se desconoce dónde se podría ubicar. En todo caso, según el rotativo catalán, el Ayuntamiento de Barcelona sólo impondría un requisito: que no hubiera 'barreras vecinales' en los alrededores del nuevo estadio.
Cabe recordar que Rosell y su junta directiva rechazó, nada más acceder al cargo, el proyecto de remodelación del Camp Nou que, bajo mandato de Laporta, se encargó al prestigioso arquitecto Norman Foster.