
El empate del pasado martes entre el Real Madrid y el CSKA de Moscú en tierras rusas ya tiene una víctima: Kaká. El mediapunta brasileño ha sido señalado por José Mourinho como el gran culpable (que no el único) de que los merengues se marcharan con un empate del estadio de Luzhniki cuando todo apuntaba a una victoria visitante. El portugués le acusa de falta de actitud, concentración e intensidad en los escasos 19 minutos que jugó. Podría volver al banquillo ante el Rayo Vallecano.
Su posición, en tal caso, la ocuparía Granero. El 'Pirata' es, junto con Özil, Callejón e incluso Higuaín, uno de los compañeros que ha sabido aprovechar lo que parece una tendencia preocupante: Kaká no volverá a ser el que fue. Ni siquiera aquel que deslumbró en octubre con un inicio de temporada extraordinario. Involución que apunta a un final inminente. Su salida del Bernabéu parece más cercana que nunca
Rusia y el enfado de Mourinho
Vayamos por partes. Lo primero, Moscú. El diario 'Marca' revela en su edición de este viernes que Mourinho está enfadado con Kaká por lo que hizo (o mejor dicho, lo que no hizo) durante el tiempo que estuvo en el terreno de juego ante el CSKA.
Kaká saltó al campo en el minuto 74 de partido, cuando las fuerzas blancas ya flaqueaban y la estrategia parecía encaminada a proteger el marcador o aumentarlo con contragolpes rápidos y eficaces.
Un estilo en el que Kaká siempre ha destacado. De hecho, su mejor partido esta temporada, la goleada 3-0 ante el Ajax de Amsterdam se produjo en un choque disputado así, a la contra y con la velocidad como principal herramienta. Sin embargo, Kaká no estuvo fino.
Así lo vio el propio Mourinho y los casi 70.000 asistentes al partido. En las tres ocasiones en las que pudo iniciar el contragolpe, el 8 blanco, lejos de correr, frenó su ritmo y no consiguió conectar con el ataque blanco.
Significativa fue su actuación durante los últimos tres minutos de partido, del 90' al 93'. Al poco de iniciarse el descuento, Kaká recogió un balón dentro del área y trató de encarar a dos rivales. La situación parecía peligrosa. Contaba con Higuaín y Cristiano como apoyos a los que cederle la pelota para buscar la portería rival y, como mal menor, evitar que la bola rondara el área de Casillas.
Kaká, sin embargo, no estuvo acertado. Se trastabilló y la bola terminó en los pies de la zaga rusa, que comenzó el ataque. Un minuto después, fruto de esa jugada, llegó la falta de Coentrao que daría fruto al gol ruso.
Aquí nació la jugada que más enfadó a 'The Special One'. Dzagoev sacó el balón sin oposición alguna, sin barrera ni nadie que tratara de estorbarle el lanzamiento. Cerca del esférico rondaban Kaká y Cristiano Ronaldo.
Ninguno se opuso al lanzamiento. Mourinho disculpa a CR7 por el enorme esfuerzo que había hecho. El cansancio pudo hacer mella en su concentración en esa jugada. Sin embargo, para él la actitud de Kaká no tiene disculpa alguna.
El brasileño, fresco tras haber jugado sólo 19 minutos, no hizo nada para molestar al rival. En el siguiente vídeo pueden observar la secuencia completa.
Cierto es que las imágenes demuestran como, además del del brasileño, hubo más fallos en el centro del área que dieron lugar al tanto local, pero que el de Kaká se produjera por una supuesta falta de actitud encrespó mucho los ánimos de un Mourinho que planea volver a sentarlo en el banquillo el próximo domingo.
Puede que el crack de los 65 millones de euros haya perdido, así, su última oportunidad de triunfar en el Real Madrid.