
Pepe, el futbolista del que más se ha hablado y se hablará en esta eliminatoria de la Copa del Rey, puede ser el jugador decisivo en la final. Quién le iba a decir al 3 del Madrid que buena parte de las oportunidades de su equipo dependan de su presencia, no ya solo en el apartado futbolístico sino también en el emocional.
Pepe está en Barcelona con sus compañeros y apunta a titular en el campo. La duda es saber dónde lo ubicará Mourinho, obligado a salir al ataque, no solo para remontar la eliminatoria sino para levantar la autoestima madridista. Un Madrid a la defensiva no encaja en la historia blanca y Mourinho tendrá que buscar el milagro.
Pepe en la media significaría un juego más trabado y defensivo mientras que una dupla con Sergio Ramos sería apostar por la defensa de gala y dar un mensaje al equipo, "vamos a por ellos". De nada valen los lemas heroicos si uno acude a la batalla con las manos en los bolsillos. "Cuando uno ve cosas imposibles, siempre piensa en el Madrid" han señalado los soldados de Mou. Del capitán poco se sabe más que los monosilabos que dedicó a la prensa ayer.
La presencia de Pepe en el once titular puede provocar todo tipo de efectos en el Madrid. El jugador, siempre racial, podría verse afectado por el ambiente desfavorable del Camp Nou pero el portugués no es de esos que se arrugan. Si alguien piensa que no meterá la pierna o la cabeza está equivocado. Mirado con lupa por cámaras, arbitro y aficionados, Pepe deberá hacer su partido más serio sin olvidar la contundencia. Fútbol como el de antes. Se mete la pierna, luego se da la mano.
Agitación en el Camp Nou
Ahí puede estar otro de los puntos fuertes de Pepe. No es como se ha querido vender desde Barcelona. Cometió un error, quizá dos, pero deportivamente es uno de los mejores defensas del mundo. Todos los entrenadores quieren un Pepe en su equipo. Si hay que corregirle, regañarle o enderezarle, ya lo harán, pero le quieren en el once.
Esta agitación en el Camp Nou es uno de los temores de Guardiola. Ya avisó ayer de que "si volviera a ocurrir lo de Figo es que no hemos aprendido la lección y le dolería más que una hipotética eliminación".
La presencia de Pepe preocupa en 'Can Barça'. Un partido alborotado, con parones, tensión, poca continuidad en el juego y con fuegos de artificio cada vez que el defensa toque el balón sería perjudicial para el Barça que no podría llevar a cabo su fútbol total, su dominio absoluto y el 'tiki taka' que aburre al rival.
El Madrid busca un intercambio de golpes
El Madrid prefiere el intercambio de golpes, un partido loco, fútbol de ida y vuelta mientras que el Barça prefiere la contención, el control absoluto, que Iniesta, Xavi y Busquets se aburran de tocar el balón y que Messi marque la diferencia. Ahí vuelve a aparecer Pepe. Es uno de los pocos madridistas que ha sabido parar al argentino. Encima de 'la pulga', acosándole, sin dejarle recibir y molestando. No hace falta pisar, fingir, o quedarse con su camiseta. Pepe debe, y no sería la primera vez, evitar el control cómodo. Que cuando el argentino la tenga ya haya otro jugador blanco en la ayuda. Debe lograr que Messi sueñe con él.
Un gran partido del portugués ante el Barcelona y la clasificación para las semifinales supondría el perdón de una afición a la que no gustan los gestos antideportivos pero que confía en Pepe como uno de los mejores centrales del mundo. Con sus errores, que corregir y mejorar, pero nunca denostar.