Como el río Guadiana, la lesión de Carvalho lleva apareciendo y desapareciendo durante los últimos dos meses. El central portugués no termina de culminar su puesto a punto tras la baja por lumbalgia y la opacidad del Real Madrid en cuanto a su lesión no hace sino alimentar los rumores sobre las causas que le mantienen alejado de los terrenos de juego.
Son ya dos las recaídas que ha sufrido Carvalho desde que cayera lesionado de las lumbares a principios del pasado mes de octubre. La última, según ha dejado entrever Mourinho en la última sesión práctica, este mismo domingo, cuando volvió a entrenarse en solitario mientras el grupo ejecutaba una suave sesión de entrenamiento en el día de Año Nuevo.
Lo curioso, por extraño, es que el propio Carvalho se había entrenado con normalidad junto al resto del equipo el pasado 30 de diciembre, lo que hacía indicar que ya estaba listo para su reincorporación a la competición. Sin embargo, su aparte en la relajada sesión del primer entrenamiento del año lleva a cuestionar sobre los motivos por los que el defensa luso no puede seguir las rutinas de trabajo de sus compañeros.
La opacidad informativa del club alimenta las especulaciones
El Real Madrid, fiel a la opacidad informativa de la que hace gala desde la llegada de Mourinho al banquillo blanco, no ha especificado las causas por las que Carvalho ha trabajado en solitario, alimentando las especulaciones sobre qué tipo de problema aleja a Carvalho de su vuelta a los terrenos de juego, hasta el punto de que se ha llegado a barajar una posible simulación de la lesión.
El enigmático camino que está llevando la intermitente lesión de Carvalho podría constituir un ejemplo, como se han visto muchos, de la distante relación entre un jugador y su entrenador. Pero la excelente relación entre Mourinho y Carvalho, una apuesta personal del técnico luso, parece descartar esa posibilidad.
No hay urgencias para Carvalho
Mientras tanto, en lo que aparece y desaparece la lesión, el Mourinho cuenta con un activo menos a la hora de confeccionar la defensa del Real Madrid. Y el jugador no parece tener prisa: después de sus problemas con el seleccionador portugués Paulo Bento, su presencia en la Eurocopa está más que descartada, por lo que no hay una excesiva urgencia por volver a competir.
La vuelta de Carvalho se antoja cada vez más remota y lo extraño de su caso evoca el fantasma de las lesiones eternas en el club blanco. Pero en el Real Madrid no parecen preocupados, de modo que la intermitente recuperación del portugués seguirá su curso. Como el Guadiana.
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El Madrid le busca relevo