
Wolfgang Sterk va camino de convertirse en una pesadilla para el Madrid y especialmente para un jugador: Pepe. El defensa fue expulsado por este colegiado en las semifinales de la Champions League frente al Barça tras un plantillazo a Dani Alves. Escena que se repitió ayer en el Portugal - Bosnia con ingredientes muy similares, pero cambio de papeles. En esta ocasión fue Pepe quien sufrió la entrada. El agresor bosnio, sin embargo, salió indemne.
La cara de incredulidad de Pepe tras ver que Lolic no había visto ni cartulina lo decía todo. El enfado en el Real Madrid es evidente y alimenta el pensamiento de que el rasero, en ocasiones, es distinto dependiendo de quién sea el infractor, a quién se le realice la falta e incluso el color del equipo de ambos bandos.
Seguramente si los protagonistas fueran distintos, todo habría cambiado. La mala fama que arrastra el portugués por su juego brusco hace que cambien la tendencia de la decisión. Los peor pensados creen que detrás de estas decisiones también pueden encontrarse las presiones que en su día denunció Mourinho.
Sea como fuere, en el Bernabéu creen que la acción del jugador bosnio debería haberse sancionado con amarilla y no con roja, como sí fue castigado su futbolista. Comparaciones de un colegiado al que no se quiere ver ni en pintura por Chamartín.