Fútbol

La renovación de Neymar encaja con los plazos deseados por el Barça y Rosell

Neymar, durante un partido con Santos | Reuters

Alegría en el Camp Nou. No han ganado la guerra, pero sienten que una batalla importante ha caído de su lado. El caso Neymar y su renovación han sido acogidas en la Ciudad Condal con la satisfacción de ver que los acontecimientos alejan al jugador del Real Madrid y lo ponen en la senda del Camp Nou. La derrota de Florentino Pérez es, hoy más que nunca, la victoria de Sandro Rosell.

Victoria porque concede a la entidad culé el tiempo que anhelaba y no tenía para poder acometer una incorporación muy deseada.

Tiempo, seamos claros, para acumular más dinero y así poder asumir los costes que sí estaba dispuesto a pagar el Real Madrid. El conjunto merengue se lanzó, chequera en mano, a por el delantero después de que el Barça y el Santos llegaran a un principio de acuerdo por el futbolista.

El motivo: el Barça le permitía quedarse más allá incluso de 2012 mientras que el Real Madrid lo quería para el mercado invernal. Sin embargo, el sobreprecio de 21 millones de euros que estaba dispuesto a asumir el club blanco por el fichaje de Neymar fue un órdago difícil de asumir por Sandro Rosell y los suyos. No están precisamente en su mejor momento las arcas barcelonistas. Pese a ello, ése pacto también supuso una cierta alegría por cuanto se había conseguido torpedear la operación para el eterno rival.

Sin embargo, la renovación del futbolista hasta 2014 en el Santos da margen al cuadro catalán para buscar inversores y acercarse al precio que ofrecían los merengues, al tiempo que, además, se quitan de en medio el 'problema deportivo' de fichar al delantero.

Un problema que lideraba Guardiola. A Pep no le hacía demasiada gracia incorporar ya mismo a Neymar. Por eso Rosell ofrecía al Santos y al jugador tiempo para llegar a Barcelona.

Para 2013 o 2014, lo más probable es que la era Guardiola se haya acabado. Adiós reticencias con margen para acumular dinero. Jugada perfecta que parecía imposible y que este miércoles se hizo realidad.

Con este retraso en los tiempos, en Can Barça nadie duda de que Rosell y los suyos se lanzarán con virulencia para hacerse con el futbolista y que sus buenos contactos con Brasil y el entorno del jugador lo harán factible. El prestigio del equipo y los futuros éxitos del equipo harán el resto. En Cataluña se cree que el prestigio culé será una baza clave en el fichaje de Neymar.

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