El madridismo anda bastante sorprendido por la renovación de Ricardo Carvalho por una temporada, ya que el club no hizo oficial en ningún momento la ampliación del contrato del portugués.
La falta de transparencia ha sido evidente en el Real Madrid, tan rápido en otras ocasiones para comunicar oficialmente renovaciones o fichajes de otros jugadores.
Ricardo Carvalho firmó por el Real Madrid un verano de 2010 un contrato por dos temporadas, con una cláusula unilateral por parte del club blanco para ampliar su relación con el futbolista.
Lo sorprendente del asunto es que tanto prensa como aficionados se tuvieran que enterar en boca del entrenador, José Mourinho, que el club ya había ejecutado esa opción el pasado. ¿Por qué no se hizo público el acuerdo en su día?
Este ocultismo en las operaciones está creciendo en los últimos tiempos. El Atlético de Madrid, sin ir más lejos, traspasó al portugués Julio Alves al Besiktas... sin que se hubiera hecho oficial su contratación procedente del Rio Ave.
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El castigo de Mourinho