Fútbol

Crisis del Barça: Rosell y Guardiola se evitan en el vuelo que los lleva a Minsk

Rosell y Guardiola se saludan al anunciar la renovación del técnico | AFP

La tensión entre Pep Guardiola y Sandro Rosell se palpa. Es notable y evidente. Ya no se disimula. Buena prueba de ello ha sido el viaje que esta mañana ha llevado a la expedición blaugrana a Minsk. A la salida de la Ciudad Condal, técnico y presidente se han evitado de forma palpable. Según la prensa presente en el vuelo, podrían haberse citado para una 'cumbre informal' en la aeronave que les llevará a Bielorrusia.

El gesto (o mejor dicho, su ausencia) ha sido lo más comentado por la prensa presente en el desplazamiento que trasladará a periodistas y equipo hasta esta ex república de la URSS.

"Ya en el avión para volar a Minsk. En la terminal no ha habido encuentro Rosell-Guardiola, no han coincidido", informaba a través de su cuenta de Twitter Edu Polo, jefe de deportes de la Ser en Barcelona.

"Rosell y Guardiola no se han saludado. [Manel] Estiarte [responsable de relaciones externas del Barça] sí ha hablado con el presi. Creo que le ha dicho que le vería en el avión", confirmaba Sonia Sanz de Cadena Cope.

"Todos pendientes del encuentro de Guardiola con Rosell. No se cruzaron hasta el avión. Les quedan casi cuatro horas si quieren hablar", confirmó Alfredo Martínez, de Onda Cero en referencia a la duración total del vuelo.

Un fin de semana agitado

Se produzca o no esa 'cumbre a bordo', lo cierto es que los gestos de los protagonistas parecen evidenciar que las declaraciones del entrenador el pasado sábado ("Laporta lo está pasando muy mal. Espero que la gente reflexione") han supuesto un punto de inflexión duro que podría haberse agravado cuando Toni Freixa respondió con indiferencia a las palabras del entrenador.

El portavoz de la junta directiva culé afirmó que "respeta" las palabras de Guardiola, pero que la demanda contra el ex presidente por su supuesta gestión irregular "continuará adelante por deferencia al socio".

Esto es: Rosell y sus colaboradores no recularán pese a los ruegos encubiertos de Pep. Materia delicada toda vez que el técnico acaba contrato en 2012. El de Santpedor es el mejor activo del club y la posible ruptura de su continuidad podría ser un boomerang peligroso para Rosell.

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