Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, mostró este domingo en la asamblea general de socios compromisarios sus dos caras. Con el discurso preparado en las manos, lució su habitual faceta comedida, aunque algo más contundente en las formas. Sin embargo, sin guión por delante, y ante las críticas de algunos de los presentes, el mandatario lució su lado más visceral y apasionado, apenas visto con anterioridad en público, pero ayer esgrimido con contundencia para defender a José Mourinho y defender algunas de sus teorías sobre los ataques a los merengues. ¿Cuál es el verdadero carácter del presidente del club más importante del siglo XX?
Primeras palabras diplomáticas
Durante la apertura del acto, Florentino lució mano izquierda, eso sí, bien llevada con palabras sutiles que no llamaron su atención por resultar tan rotundas como las de la segunda intervención que protagonizó al intervenir ante las interpelaciones de los socios blancos. Fue su lado más diplomático.
"Para dirigir este equipo tenemos al mejor entrenador del mundo, José Mourinho. Ha asumido desde el primer momento lo que significa estar en el Madrid y defender los intereses de nuestro club. A su altísima profesionalidad hay que añadir su grado de compromiso y empatía con el club incuestionable. Su ansia de vitoria y madridismo es total", dijo en defensa de su entrenador.
"La experiencia de la temporada pasada mostró una necesidad de reforma del club. Dar mas autonomía al la figura del entrenador. Se acordó rescindir la presencia de Jorge Valdano y quiero agradecer su labor en estos dos últimos años. Es un persona que tiene nuestro cariño y respeto", indicó más tarde.
"Para seguir siendo lideres había que transformar la plantilla. Teníamos que contar con los mejores del mundo, reforzar con figuras, españoles y cantera, una combinación perfecta. Vamos por el buen camino. Por todo eso nuestro compromiso deportivo es cada ver más fuerte. Hemos vuelto a la elite en la Liga de Campeones, pero queremos mas, queremos que se haga realidad el sueño de la décima", se afanó en recalcar minutos después.
Tres cuestiones candentes (Mourinho, reestructuración del club y objetivos conseguidos) que en este primer turno de palabra expuso sin vehemencia, todo lo contrario que cuando algunos socios le interpelaron con cierta dureza.
Tres de ellos atacaron la política del presidente precisamente por esos tres frentes.
Mourinho y sus formas
Sobre Mourinho y sus formas, uno de ellos interpeló: "La noticia internacional más sonada es el dedo en el ojo. Ésa es la imagen del club fuera de España. Nuestro entrenador es 'mouriñista', ni madridista, ni florentinista. Nuestro principal activo es nuestra imagen y nuestros valores".
Florentino respondió con una contundencia poco frecuente en el técnico blanco, usando argumentos que habitualmente no salen de su boca. "El club no ha perdido ni la imagen, ni la marca. El dedo en el ojo está mal, pero fue por provocaciones. Señorío no es no decir que un jugador se ha tirado, hay que decirlo como cada uno sabe. Nuestros valores son el juego limpio, el respeto y la lucha contra la injusticia", afirmó el mandatario.
El poder total de Mourinho
Segunda interpelación dura del día. Reproche por el poder absoluto otorgado a Mourinho. "Dar el monopolio a Mourinho no es el ejemplo, no vamos por el buen camino. Uno puede tener de mascota un tigre, pero hay que tenerlo atado para que no se coma a la hija del vecino o a la suya propia", comentó uno de los presentes.
"Nuestro entrenador le pone cara y ojos a nuestro club en rueda de prensa. No está respondiendo a lo que se espera", comentó un segundo aficionado.
"No se debe cambiar lo que nos ha hecho grandes y respetados. Nuestros valores. En el Real Madrid cuando se han hecho bien las cosas nunca se han hablado de los árbitros. Y es intolerable que agreda a un entrenador medie o no provocación o que desprecie a otros como Pellegrini. Deja un rastro de tierra quemada por donde pasamos", respondió un tercero.
Ante esas acusaciones, Florentino volvió a usar su lado más cercano al aficionado que al mandatario.
"Alguna opinión no me gusta porque me recuerda de lo que viene de los periódicos de Barcelona. Aquí hay algunas personas influenciadas por los medios. Mou es tan potente como entrenador que era absurda una dirección deportiva menos potente que él [dijo en referencia a Valdano]. Esa apuesta nos hace más competitivos", senteció en un comentario que sorprendió a propios y extraños. Nunca antes se había referido con estas palabras a su antiguo colaborador directo.
La conspiración anti-madridista
Tercera crítica a tumba abierta. Las acusaciones de confabulación vertidas por Mourinho en algunas ocasiones tampoco gustó a algunos socios.
"No hay tipos ni categorías de madridistas. Abandonemos la justificación y queja permanente. Nuestros mayores enemigos somos nosotros mismos", comentó Eugenio Martínez Bravo, miembro de la Plataforma Blanca de oposición al presidente madridista. "¿Qué va a pasar si la próxima temporada no hay títulos?", espetó un segundo socio.
Florentino se alineó con su entrenador y basó la no conquista de trofeos la pasada temporada en una supuesta injerencia externa.
"Lo que hay que decir es que si no ganamos la pasada Champions no fue por nosotros. Cuando empezamos esta andadura no éramos ni cabezas de serie, y año pasado jugamos las semifinales. No pararé en mi empeño de conseguir la décima", repitió el mandatario en alusión al arbitraje sufrido por los merengues en las semifinales de la Copa de Europa ante el FC Barcelona.