
Cristiano Ronaldo no pide perdón. Matiza. El portugués del Real Madrid protagonizó este martes un feo gesto en el aeropuerto de Santander cuando, al ser increpado por varios aficionados del Racing, levantó su dedo anular para regalarles lo que parecía una clara peineta. Unas horas después del altercado, cerca de la medianoche, el servicio de prensa blanco envío un SMS a los responsables de la información blanca. "El gesto no era para los aficionados. Era una broma con Pepe".
Según este comunicado 'oficioso', Cristiano no respondió en ningún momento a las provocaciones de los aficionados, sino que jugueteaba con su compatriota cuando, casualidades de la vida, la cámara lo cazó haciéndole el famoso gesto.
Las imágenes dejan lugar a la duda y pueden servir de coartada a esta versión de los hechos, toda vez que la mirada del luso se pierde en el horizonte, pero lo hace en dirección a Pepe quién sí que está junto al luso en el momento del altercado.
Realidad o no, fuera a los aficionados o al central madridista, lo cierto es que el gesto no ha gustado mucho en buena parte de los seguidores del Racing. La lógica dice que el recibimiento a CR7 esta tarde será más hostil que nunca.
Más si cabe teniendo en cuenta que lo acontecido en Cantabria llega después de que el luso afirmara que es pitado por ser "guapo, rico y buen futbolista". Pese a los problemas físicos que arrastró ante el Levante, lo normal es que sea titular ante los de Héctor Cúper.
Vídeo: LaSexta