Minuto 89 de partido. Messi triangula a la perfección con Cesc y anota el tercer gol y definitivo de la eliminatoria. El Barça es campeón de la Supercopa. Pero cuando el argentino se dispone a volver hacia su campo para que los blancos saquen de centro, Messi realiza unos gestos con las manos suspuestamente al banquillo merengue.
El 10 del Barça alza sus brazos, mientras abre y cierra sus manos. El jugador va andando, está desbordado de alegría y va con una sonrisa de alegría. Justo después hace un gesto hacia la grada elevando el pulgar de una de sus manos.
Enseguida Benzema le pide, con un gesto, que se de algo más de prisa para que el Madrid, que acaba de encajar un tanto crucial, pueda poner el balón en juego cuanto antes.
Messi, pasa por delante de Marcelo que está con cara de pocos amigos, algo que contrasta con el júbilo del balón de oro.
Después de la Supercopa algunos sectores han entendido estos gestos del argentino como provocación hacia el banquillo del Real Madrid.
Incluso indican que ese gesto desquició a los madridistas y pocos minutos después, Marcelo entró bruscamente a Fábregas y se montó una gran tangana en la que se vieron involucrados los jugadores y los banquillos de ambos equipos al completo.
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