
José Mourinho no piensa en otra cosa. Día y noche planea su 'venganza' particular. La Supercopa de España se ha convertido en una obsesión. En un reto clave que el técnico luso considera vital en la marcha de toda la temporada. Todo lo contrario sucede con Guardiola. El culé le da la justa importancia sabedor de que la temporada es una carrera de fondo. Y pese a ello, confía en ganarla. Comienza la cuenta atrás para el primer Clásico del año. | Mourinho: "Vende a Kaká"
Apenas quedan 14 días para que ambos conjuntos se vean las caras. El nivel de importancia que Real Madrid y Barça le dan al torneo se demuestra en la manera que los dos conjuntos están preparando la pretemporada. En el caso de los blancos, a un ritmo frenético.
Hasta la fecha ya han disputado cinco partidos amistosos, un volumen muy elevado para estas alturas de verano. Mourinho lo tiene claro: quiere que los suyos lleguen muy rodados a la primera cita en el Bernabéu. Además, la carga física que les está administrando el luso está planeada con cuatro picos de forma: agosto, noviembre, febrero y mayo.
No sólo eso. 'The Special One' insiste en sus charlas en la necesidad de vencer en todos y cada uno de los partidos que disputen los merengues. Hay que ganar sí o sí, empezar a meter miedo al Barça llegando invictos a los duelos de este mes de agosto.
Además, el portugués ha distribuido las vacaciones de sus hombres de tal manera que el máximo posible de efectivos estén listos para el duelo del 14 de agosto. Así, los argentinos que disputaron la Copa América (Higuaín y Di María) tendrán que incorporarse a la gira china que ha comenzado este domingo. Nada de prolongar el relax. A trabajar ya.
Vacaciones para Messi
Actitud totalmente distinta está mostrando Pep Guardiola con los suyos. El entrenador de Santpedor ha decidido que los futbolistas que jugaron el torneo Sudamericano tengan como plazo límite para volver a España el 9 de agosto.
Hombres como Mascherano, Milito y, sobre todo, Messi, tendrán en su mano volver para esa fecha o hacerlo antes, pero en ningún caso Guardiola piensa obligarlos a que así sea.
En caso de que decidan apurar sus vacaciones (e incluso recortándolas) estos tres jugadores llegarán muy justos para ambas citas de la Supercopa de España. Como mucho, estarán ya listos para competir en la de Europa que se disputará a finales de mes en Mónaco.
Conclusión: a Guardiola no le importa sacrificar a algunos de sus puntales (especialmente en el caso de Messi) de cara a esta Supercopa. Pep no tiene obsesión hacia el Real Madrid. Ganarle o no ya no forma parte de sus prioridades, al contrario de lo que ocurre con Mourinho, quien sí considera una especie de 'título' vencer el Clásico.
Es el resultado del juego de urgencias de unos y otros. Es el resultado de la arrolladora tendencia blaugrana de las últimas tres temporadas.