Si hace una semana Ronaldinho era ovacionado por la afición de su equipo, el Flamengo, por una espectacular acción en la ronda de calentamiento, parece que las tornas han cambiado para el astro brasileño. El empate sin goles entre Flamengo y Botafogo se cobró en Ronaldinho a una de las principales víctimas.
Su entrenador, Vanderley Luxemburgo, le señaló públicamente cambiándole a falta de tres minutos del final y recibiendo el abucheo de la afición que le despidió con una sonora pitada.