Fútbol

Rosell y su declaración contra el Real Madrid y Florentino: un incendio a destiempo

Rosell, durante la rueda de prensa de este jueves | EFE

La declaración formal del FC Barcelona contra el Real Madrid leída este jueves por Sandro Rosell ha vuelto a destapar la guerra entre los culés y el Real Madrid. Amparándose en su derecho a réplica, aunque mucho tiempo después de que surgieran las provocaciones, las palabras del dirigente culé no han sentado bien ni en la capital de España, ni en la Ciudad Condal. Son los efectos de un incendio a destiempo.

Los madridistas consideran que las palabras del presidente del eterno enemigo carecen de toda lógica y son una provocación innecesaria. Así lo contempla el comunicado oficial de la página web del club y así lo han dejado ver muchos madridistas en las redes sociales.

Madridistas indignados

La amenaza de ruptura de relaciones suena a brindis al sol (como si ahora fueran uña y carne). Palabras huecas (dicen los más merengues) que obvian lo que para ellos es una realidad: el Barça cuenta con la connivencia de organismos como UEFA o Federación Española para lograr sus objetivos.

Lo dicho por Mourinho, afirman los madridistas más fieles al luso, no es más que una defensa legítima ante lo acontecido en el Bernabéu (expulsión de Pepe) y en el Camp Nou (gol anulado a Higuaín) durante las semifinales de la Champions. Actuaciones arbitrales que rozan el escándalo público y que, según su visión, merecen que alguien las denuncie, aunque suenen a verdades incómodas.

¿Fue Rosell blando?

En el lado culé son muchas las voces que se han alzado a favor de lo expresado por Rosell, pero muchas otras las que se quejan de que la actitud del presidente es timorata y poco dura. Barcelonistas de a pie y periodistas especializados pedían que el mandatario hubiera actuado con más mano firme.

En primer lugar, haciendo mención explícita tanto a Mourinho como al presidente del Real Madrid, Florentino Pérez, de lo ocurrido en la casa blanca durante toda la temporada. El nombre del luso aparece escondido bajo el eufemismo "empleado del club". En el caso de Pérez, ni eso.

Estos defensores de la línea dura contra el Real Madrid exigían también que no hubiera amenaza de ruptura de relaciones, sino una ruptura real de esas relaciones. Es decir: que se hubiera tomado ya mismo la decisión de alejarse de todo lo que huela a madridismo.

"Es cierto que el Barça, judicialmente, ha ido tomando medidas pero, en el día a día, hay que ser más evidente, más rotundo. En consecuencia, Rosell debería ser contundente, inequívoco e implacable", afirma Miguel Rico en el Mundo Deportivo como resumen de buena parte de lo que piensa el sector más crítico. Son muchos los que consideran que la respuesta ha llegado tarde y ha llegado sin la virulencia deseada.

Una guerra en un mal momento

Entre tanto, los neutrales, los que no son ni del Real Madrid, ni del Barcelona, ven en esta disputa una suerte de regañina entre niños pequeños durante el recreo del colegio.

Una suerte de acción innecesaria que llega en el momento más calmado del año y que reaviva, sin que hubiera hecho falta, un fuego que volverá a acapararlo todo pringando de aspectos antideportivos el verano que viene.

La consecución de títulos por parte del Barça con un juego preciosista, cuasi perfecto, debería ser suficiente respuesta para el Real Madrid y sus provocaciones, afirman los muchos de estas voces.

La cercanía de la Supercopa de España con estas declaraciones y el temor a que todo vuelva a dispararse en demasía animaban a dejar correr el asunto y a enfriarlo por el bien de la imagen del fútbol español.

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