Kaká se enroca. O eso, o algo falla su posible salida del Real Madrid. El mediapunta brasileño aseguró este miércoles en Murcia que el club le había ratificado su intención de no venderlo. Estrategia o realidad, las contradicciones siguen emergiendo en un caso cada vez más complejo.
"Ellos me han dicho que están muy contentos conmigo", afirmó el ocho merengue en la zona mixta de la nueva Condomina. Hasta ahora habíamos escuchado como el ex del Milán había ratificado su intención personal de quedarse. Nada sabíamos del Real Madrid.
Sea cierto o no, sea un farol ante la prensa o un farol de la directiva frente a su futbolista, lo cierto es que parece que Kaká quiere aferrarse al equipo merengue para, o bien ganarse un puesto en la próxima temporada, o bien sacar mayor tajada de un posible traspaso.
Es evidente que City, Milán o Chelsea no ofrecerían la misma cantidad de dinero al jugado si éste expresa su voluntad de marcharse que en caso de que dijera que se quiere quedar, tal y como viene afirmando en los últimos tiempos. También antes de salir rumbo al Bernabéu dijo en San Siro que no cambiaría de aires.
Estrategia similar puede seguir el Real Madrid. Poner en valor a su futbolista, bien sea dándole partidos, bien sea filtrando el mensaje de que le quiere conservar, es también una manera de aumentar su caché.
Enredo típico de pretemporada que podría tener desenlace antes de lo previsto. Todo depende de cuánto esté dispuesto a desembolsar Abramovich, Berlusconi o el dueño del City por un jugador venido a menos en los últimos años.
"Quiero seguir"