
Al Real Madrid todavía le queda un título en juego. Título que le puede ganar al Barça y más concretamente a su estrella, Leo Messi. El club blanco y la obsesión de Cristiano Ronaldo por conseguir el pichichi (superando incluso a Hugo Sánchez, Zarra y sus 38 goles) ha convertido la meta personal del portugués en una batalla de todo el equipo por lograr una breve victoria moral sobre los blaugrana.
Los cuatro tantos que marcó el portugués el pasado sábado frente al Sevilla supieron a gloria al delantero de Madeira, no sólo por lo que supone hacerle cuatro tantos al Sevilla en su estadio, sino porque con ellos se colocó de nuevo como pichichi y dejó a sólo cuatro 'chicharros' igualar la marca máxima de un goleador en España.
En cuanto CR7 consiguió el póker de la noche, todo el Real Madrid se dio cuenta de que su estrella cabalgaba hacia el récord histórico y puso toda su maquinaria en marcha. Objetivo: que el ariete sumara más.
Así, en varias ocasiones, balones que podrían haber terminado en los pies de otros jugadores, acabaron en las botas del luso para que intentar hacer el quinto de su cuenta y 35º de la temporada. No se consiguió por poco. Estaba claro: el Real Madrid trabajó en el tramo final del partido para que su estrella sumara más y más y más.
Obsesión de temporada contra Messi
La obsesión, con todo, no es única del pasado sábado. Ya durante buena parte de la temporada, el delantero ha gozado de más minutos que nadie para que pudiera satisfacer sus ansias goleadoras y, con ello, superar el egoísta (bendito egoísmo dirían algunos) reto de ser mejor que Messi en los números y ganarle a 'La Pulga' el pichichi de la temporada.
Semejante obsesión hizo que, frente al Levante, en Liga, Cristiano Ronaldo aguantara sobre el terreno de juego incluso lesionado. Marcó un gol más estando cojo aquella noche, pero el gesto le valió una lesión prolongada que le tuvo fuera de los terrenos de juego casi tres semanas (excepción hecha del parón Champions frente al Olympique de Lyon en el Bernabéu).
El Maratón de Clásicos hizo que CR7 también bajara su ritmo devorador de porterías porque en Liga Mourinho lo reservó más que antes, dejándole incluso fuera de la convocatoria frente al Zaragoza.
Hoy, con tres partidos todavía por jugarse y cinco goles más para lograr su meta, Cristiano lo jugará todo y todos jugarán para él. De lograr los 39 soñados, no sólo será un récord en España, sino que también le dará la bota de oro y hará que supere a mitos del madridismo como Puskas (47), Di Stéfano (43) o Hugo Sánchez (43) en el número de goles marcados en una temporada entre todas las competiciones.
Cristiano suma 47 tantos, 34 en Liga, 6 en Champions y 7 en Copa. Es su mejor marca personal y quiere redondearla con un Pichichi que también destila cómo es su estilo de juego.
El luso ha necesitado 226 remates a puerta en lo que llevamos de temporada para sus 34 dianas. Messi apenas 142 para lograr los 31 que acumula en su haber.
Poco importará el dato si al final el madridista logra su sueño: ser el nuevo recórdman de la Liga por encima del eterno rival. Es el premio de consolación del Real Madrid y su máxima estrella.