La polémica sobre si tirar la pelota fuera cuando un rival está lesionado tuvo este fin de semana un ejemplo que mucho dará que hablar en toda España. Durante un encuentro de juveniles entre el Barça y el Casteldefells, Sergi Barjuan, ex jugador del equipo blaugrana y técnico de este equipo de canteranos, ordenó a los suyos dejarse encajar un gol después de haber marcado un tanto con el arquero rival dolorido sobre el césped. La escena contrasta con la nueva pantomima para forzar amarillas realizada por Busquets y Valdés el pasado sábado.
Todo ocurrió en el minuto 88 de partido, cuando el encuentro marchaba con tablas en el marcador. Un empate a cero que el defensa Carlos Julio Martínez deshizo casi sin querer cuando, con el portero rival tendido sobre el terreno de juego, realizó un despeje que terminó en la portería rival.
Entre incrédulos y alegres, los chavales del Barça empezaron a celebrar el tanto. La afición local del Castelldefels se le echó encima y Sergi, consciente de lo acontecido, decidió ordenar a sus chicos que, nada más se reanudase el encuentro, se dejasen marcar un gol.
Así ocurrió. Nada más sacar de centro, el delantero del Castelldefels se recorrió todo el terreno de juego para, sin oposición, marcar a puerta vacía el definitivo empate a uno.
"No había más remedio, nos teníamos que dejar empatar. Somos un equipo modélico en el ámbito catalán, español, europeo y mundial y estos hechos ayudan a hacer fuerte a la cantera", comentó Sergi Barjuan a los medios oficiales del club.
La pantomima amarilla
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