MADRID (Reuters) - Varios de los principales clubes de la Liga han roto filas y han mostrado su oposición a una amenaza de la Liga de Fútbol Profesional para posponer una ronda de partidos el mes próximo sobre una disputa con el Gobierno.
La LFP quiere que el Gobierno deseche la norma según la cual un partido de Liga de la jornada sea retransmitido en abierto en televisión, argumentando que la decisión reforzaría el poder negociador de los clubes en las conversaciones de derechos audiovisuales con las compañías de medios.
También quieren garantías de cuánto dinero tienen derecho a recibir los clubes de los ingresos de las apuestas y las quinielas.
La Liga, que representa a clubes de Primera y Segunda División, tiene el respaldo de la Federación Española de Fútbol (RFEF), pero clubes como el Sevilla y el Villarreal indicaron el miércoles que no están a favor de los paros.
"No es el momento, políticamente hablando, de hacer esas reivindicaciones y además no deben ser siempre los aficionados los que paguen las consecuencias de reivindicación", dijo el presidente del Sevilla, José María del Nido, en citas recogidas en varios medios.
El vicepresidente del club, José María Cruz, dijo en rueda de prensa que Villarreal, Real Zaragoza, Real Sociedad, Athletic de Bilbao, Espanyol y Málaga también se opusieron a posponer los partidos.
"La posición del Sevilla es clara", afirmó. "El Sevilla quiere que se juegue, el Sevilla manifestó su voluntad de tomar todas las medias legales y prácticas para que se anule ese acuerdo".
Para el fin de semana que se encuentra bajo amenaza, del 2 y 3 de abril, está previsto que el Sevilla reciba al Zaragoza, mientras que el líder, el Barcelona, debe jugar a domicilio en Villarreal y el segundo clasificado, el Real Madrid, juega en casa contra el Sporting de Gijón.
LO MEJOR ES EL DIÁLOGO
El presidente del Villarreal, Fernando Roig, dijo que apoyaba la propuesta de la LFP pero recalcó que una huelga no era el camino correcto para lograrlo, especialmente en un momento en el que la economía española está pasando por dificultades.
"No es bueno dado el momento que se está viviendo en este país, no es positivo entrar en una situación de paro patronal", explicó Roig en la página web del club amarillo (www.villarrealcf.es).
"Estoy de acuerdo en que el camino es el diálogo, pero no estoy de acuerdo en que el camino sea hacer un parón", añadió.
La LFP señaló el martes que las últimas conversaciones mantenidas entre responsables de la Liga, el Gobierno y los grupos parlamentarios no prosperaron y defendió su decisión de llevar a cabo la huelga.
Un portavoz de la LFP no pudo ser inmediatamente contactado el miércoles para hacer comentarios.
Según Sevilla y Villarreal, si los partidos del 2 y 3 de abril son pospuestos, se tendrían que jugar el 11 y 12 de junio, tres semanas después del final previsto de la temporada.
"Si esto va a ser así, creo que la recta final de liga va a ser un auténtico desastre", comentó Roig.
"Coincidiría con la final de la Liga de Campeones, después con las selecciones y con los jugadores fuera de sus equipos y tener que jugar 21 días después del último partido de Liga", agregó.
"Me parece una monstruosidad y algo que le hará mucho daño a la competición", sentenció Roig.
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