Fernando Torres atraviesa un momento difícil. Quizá uno de los más complicados de su carrera si no el que más. Su escaso rendimiento en el Chelsea, unido a las críticas que ha generado el enorme dinero invertido en su fichaje hace que una oleada de críticas le sacuda con virulencia. Saco de presión que carga sobre sus espaldas tras un 2010 también aciago. Sin embargo, los números de su cuenta corriente hablan del futbolista español mejor pagado de ese mismo año. ¿Es Fernando Torres un jugador sobrevalorado?
Su marcha al Chelsea debió ser una liberación. Rodeado de mejores compañeros, todos esperaban que explotase con buenos tantos. Nada de nada. Torres no marca desde el 22 de enero y entonces lo hizo con el Liverpool.
Cero tantos con el Chelsea es un paupérrimo bagaje para un futbolista que ha costado 62 millones de euros y que en 2010 cobró (entre publicidad y salario) casi 15 millones de euros, cifra que en 2011 a buen seguro que aumentará.
Por todo ello, la afición de Stamford Bridge empieza a sentirse defraudada con comentarios crecientes de que el precio pagado por Torres es mayor del que merece.
El jugador, homenajeado este martes en su natal Fuenlabrada, insiste en que sólo necesita tiempo para adaptarse a sus compañeros, pero sabe que su única cura, como buen delantero, es el gol, es que también le esquivó en momentos importantes de su pasado.
Un soniquete de sobra conocido
Las acusaciones no son nuevas. Ya en su época en el Atletico de Madrid a 'El Niño' le caían duros comentarios por la escasa influencia que tenían sus actuaciones en la selección española y contra rivales de entidad como el Real Madrid o el FC Barcelona.
Al igual que otros grandes de nuestro fútbol como (Raúl podría ser el ejemplo más cercano), Torres también ha sufrido la presión de ser un niño prodigio.
Su salida al Liverpool le quitó un peso de encima. En Anfield el espigado delantero español se transformó en 'The Kid' y sus intervenciones con los 'red' le empezaron a valer los piropos de la Premier League y de medio planeta. Sólo le faltaba ganar títulos.
Ahí fue cuando llegó la explosión de la Eurocopa, un torneo brillante en el que su tanto a Alemania en la final fue el broche perfecto. Sin embargo, desde entonces, la pesadilla para el actual nueve del Chelsea ha ido creciendo poco a poco hasta convertirse en una obsesión.
Dudas tras la Eurocopa
La temporada que precedió a la del título en Viena no fue todo lo buena que se preveía. Torres hizo sólo 17 goles con el Liverpool, casi la mitad de los 33 que había hecho la campaña anterior entre todas las competiciones.
Las lesiones y el bajo rendimiento de un equipo cada vez más mermado empezaron a pesarle demasiado. Sin embargo, la gasolina le funcionaba con la Roja. En la Copa Confederaciones su papel fue bueno y eso le hizo venirse arriba hasta firmar en la siguiente campaña 22 tantos con su equipo.
Racha que una nueva lesión le truncó. A Sudáfrica llegó muy justo y pese a que Del Bosque confió en él más que en un Llorente en forma, Torres no mojó en el Mundial.
De nuevo de vuelta a Liverpool, en la media temporada jugada con los de Anfield, Torres marcó nueve goles. Estadística trampa: algunos de ellos llegaron en forma de hat-trick o doblete. El 9 de los Red ejerció de 'Guadiana' desapareciendo y apareciendo en los partidos importantes.
Ahora, con la camiseta 'blue', todos esperan más de él, incluido él mismo. Marcar este viernes con la selección podría ser el inicio del fin de su mala racha y del goteo constante de opiniones que le colocan el cartel de ariete sobrevalorado.
'The Kid' y su sueldo
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