El Arsenal acabó eliminado por el Barcelona, pero mientras estuvo con once jugadores sobre el césped, aguantó las acometidas del equipo azulgrana. La rigurosísima expulsión del neerlandés Robin van Persie fue clave en el desenlace de la eliminatoria. El jugador calificó de "broma" su salida del partido. Barcelona silbó a Cesc. Vea todos los goles.
Corría el minuto 55 del partido y el Arsenal acababa de marcar su gol gracias al cabezazo de Sergio Busquets en propia puerta. Abidal: "Que nos toque el Lyon; así echa al Madrid"
No obstante, en la acción siguiente iba a cambiar el signo del partido con la expulsión del delantero, que había sido la gran novedad del once de Arsène Wenger tras superar en tiempo récord su lesión.
Van Persie tenía ya una amarilla, vista en los últimos minutos del primer tiempo por un manotazo sobre Daniel Alves.
En la jugada posterior al gol, el delantero se quedó solo tras superar a la defensa barcelonista, pero el asistente vio su posición adelantada y señaló fuera de juego.
Apenas unos instantes después, Van Persie disparó a puerta, lo que el colegiado interpretó como pérdida de tiempo, y por ello le mostró la segunda cartulina amarilla, por lo que el Arsenal se vio obligado a jugar más de media hora con un jugador menos.
A la conclusión del partido, Robin van Persie atendió a las cámaras de televisión, calificando su expulsión como una "broma" y justificando su indignación preguntándose "cómo puedo escuchar el silbato con 95.000 personas en el estadio, y parar habiendo sólo un segundo entre el pitido y el disparo".
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