
José María Gutiérrez, 'Guti' se siente "sólo". Lo reconoce con voz melancólica y reflexiva, como aquella persona que prueba por primera vez los sabores de la madurez, esa que dice haber encontrado en su casa "de soltero" en Estambul. "Muy arrepentido" por su episodio etílico al volante de hace unos meses, el ex jugador del Real Madrid admite que esa soledad es culpa suya. "En bastantes momentos he dado mucho por personas que no han sabido reaccionar. Me he sentido un poco abandonado, esperaba más de la gente", confiesa. A sus 34 años, el de Torrejón saborea por primera vez el regusto amargo del futbolista olvidado.
Olvidado por los que más le quieren, por el calor de esos personajes que él tanto necesita. En Turquía le idolatran hasta la saciedad, pero a él no le llena. Necesita el cariño de una España que siente lejana y cercana al mismo tiempo.
"No tengo amigos aquí, la visita de amigos y familiares hace que lo lleve mejor, pero es complicado", prosigue en la sintonía de la Cadena SER, donde, junto con Dani Güiza, ha protagonizado un programa especial de 'El Larguero'.
"He hecho y me han hecho mucho daño, pero no tengo remordimientos, todas la vivencias me valen para madurar y así he hecho", comenta con un toque de chulería madrileña.
Su voz no se parece a la de ese futbolista madridista, segundo capitán del club más importante del siglo XX que se dibujaba retador en sala de prensa, el mismo que mandó a buscar margaritas a buena parte de los periodistas de Valdebebas porque le preguntaban más de la cuenta por asuntos que no le gustaban demasiado.
"Tengo mis diez segundos de ira"
En realidad Guti dice que él siempre ha sido así, de naturaleza calmada, pero que tiene momentos en los que los cables se le cruzan hasta generar esa imagen de tipo polémico que siempre le ha acompañado y probablemente le acompañará.
"Tengo mis 10 segundos de nervios, tras eso soy un tío bastante tranquilo, de analizar las cosas y de hablar con la voz baja", comenta al ser preguntado por sus líos arbitrales y de vestuario en el Real Madrid.
El accidente: "Fui un gilipollas"
Líos que se han perpetuado en Turquía. El accidente de tráfico que sufrió en un bulevar de Estambul le ha creado mala fama entre los aficionados locales. En su día admitió que "el problema es que aquí las calles son muy estrechas", en una suerte de explicación que a pocos convenció.
Hoy, casi tres meses después, se arrepiente de los sucedido. "Salió el Guti de los 10 segundos, me puse de mala leche con la prensa. Ahora lo veo y pienso que fui gilipollas", afirma. Sin embargo, a renglón seguido, regatea el asunto y apunta a la prensa.
"Me tuvieron esperando dos horas para llevarme a comisaría, justo el tiempo que tardaron en llegar las cámaras de televisión", se excusa.
"Con Mourinho jugaría mucho"
Hechos como éste, unidos a su vida diaria (apenas sale de casa por no manejar muy bien el turco ni el inglés), provocan en el mediapunta un cierto tono de melancolía. Echa de menos Madrid y el Real Madrid, donde sigue convencido de que, con Mourinho, habría tenido minutos de gloria.
"Con Mourinho hubiera jugado mucho, es un gran entrenador. Todo el mundo quiere estar en el mejor equipo del mundo", afirma. Demasiado tarde.
Ahora debe trabajarse un puesto en el centro del campo del Besiktas cada día. Schuster no se lo pone fácil. Toda una experiencia para alguien acostumbrado a la vida sin problemas de Madrid.
"Si quiero cenar, tengo que cocinar yo así que he aprendido. Llamé a mi madre para que me dijera como hacerlo y poco a poco he ido mejorando", comenta con cierto rubor que mezcla un carácter pueril y ciertas sensaciones de una madurez forzada a aprender. Así es el nuevo Guti. Así es el Guti cercano a la retirada.