
Kaká tiene hambre. Quiere comerse el césped. Esa es la sensación que se extrae de la entrevista que el brasileño concedió este jueves a los medios oficiales del club. Lesionado de su rodilla izquierda (menisco) y de pubalgia, el tercer jugador más caro de la historia del Real Madrid dice recibir "constantes gestos de apoyo" que le hacen morirse "por volver".
A Kaká no le importan las críticas recibidas cuando, a principios de agosto, se le diagnosticaron sus problemas de rodilla.
El 8 fue acusado de esconder el problema a los médicos blancos. La lesión se la habría producido durante el Mundial de Sudáfrica. Forzó para estar a tope, pero no pudo evitar que la dolencia existiera.
En lugar de avisar a los galenos merengues, decidió disfrutar de sus vacaciones y en el regreso, comunicarles lo sucedido. De haberlo hecho antes, podría haber recortado sensiblemente el tiempo de recuperación.
Sin embargo, Kaká afirma sólo recibir muestras de apoyo y de cariño desde todos los sectores posibles: "La gente siempre se me acerca para decirme palabras de ánimo y darme mucha fuerza. Me están ayudando mucho. Salir a la calle y sentir el cariño y la motivación de la gente para que vuelva a jugar me da muchas ganas", comentó.
También sus propios compañeros le dan energías renovadas. "El vestuario me está ayudando muchísimo. Antes habéis visto a Cristiano que venía a bromear conmigo, pero además hay otros muchos jugadores con los que hablo que han pasado por situaciones como la mía. Me están ayudando mucho y se lo agradezco mucho a todos", afirmó.
¿Cuándo regresará?
Las cuentas de los médicos madridistas eran prudentes en el inicio de la recuperación y lo siguen siendo. Kaká debería regresar en diciembre-enero de 2011. Sin embargo, el propio mediapunta se guarda, y mucho, de ofrecer alguna fecha.
"Estoy haciendo todo lo que me dicen los médicos y los fisioterapeutas. Es verdad que a veces me gustaría hacer un poco más porque tengo muchas ganas de volver pronto para poder jugar. Sé que muchas cosas dependen de mí, y lo que depende de mí voy a hacerlo lo mejor posible", aclaró.
Sus sensaciones, por ahora, son buenas: "No tengo ninguna molestia en la rodilla. Ha pasado un mes después de la lesión y todo está yendo bien. Estoy haciendo muchas horas de fisioterapia y eso me está ayudando mucho", reflexionó.
El internacional brasileño tiene muchas ganas de volver a jugar. "Me muero por volver a jugar. Es muy difícil ir a ver los partidos porque me dan muchas ganas de jugar y ayudar a mis compañeros de una manera muy directa. Pero sé que tengo que tener paciencia porque tengo que trabajar fuera del césped, pero tengo muchas ganas de volver a pisar el campo", finalizó.