Sandro Rosell será investido en el mediodía de este jueves como nuevo presidente del Barça. Nada más acceder al sillón presidencial, cuatro serán las primeras tareas fundamentales: renovar a Guardiola, negociar el fichaje de Cesc Fábregas, nombrar a Zubizarreta como nuevo director deportivo y demandar a Joan Laporta
La de Guardiola es, para Rosell, una tarea prioritaria. Apalabrada su continuidad ya con Joan Laporta, lo único que hay que cerrar son las cifras en las que se manejará su nuevo contrato.
Inicialmente se había pactado un sólo año más, pero Pep podría haber decidido firmar por dos temporadas, lo cual acallaría los rumores sobre su marcha a la Premier League o al Calcio en junio de 2011.
Su sueldo, además, aumentará de manera considerable. El técnico pasará de cobrar apenas millón y medios de euros limpios por temporada a rozar los cuatro millones por año.
La obsesión de Cesc y el sueño de Torres
Una vez decididas las cantidades, lo siguiente sobre lo que se pondrán a trabajar codo a codo presidente y entrenador será en la lista de nombres, altas y bajas que quiere manejar el club. El principal nombre es Cesc Fábregas.
Laporta intentó ficharlo antes de que se produjeran las elecciones por cerca de 60 millones de euros, pero el Arsenal se negó a hacerlo, en parte por que considera al mediapunta su jugador franquicia, en parte porque no querían negociar con el presidente saliente.
El fichaje del 10 de 'La Roja' será complicado, pero Rosell confía en poder llegar a un acuerdo ("no a cualquier precio") que satisfaga a ambas partes y que haga que el catalán vista los colores que siempre ha deseado lucir (tal y como confesó hace poco su padre).
Las salidas complicadas
En la operación sigue sin descartarse la entrada de Ibrahimovic. Aunque el agente del sueco insiste en que no se marchará, el Barça está moviendo todas las opciones posibles para vender al delantero. El problema a la hora colocarle son los casi 11 millones brutos que cobra. Por eso no se descarta una cesión. El Milán podría ser su destino.
Dar salida a Touré (al Manchester City -30 millones-) y negociar las bajas de Márquez (renovado, pero sin espacio en equipo) y Henry (pie y medio en el New York Red Bulls) son sus siguientes movimientos. El fichaje de Fernando Torres es otra ilusión de Rosell, lejana, por ahora, pero no descartable.
Zubizarreta, nuevo director deportivo
Todas estas operaciones serán gestionadas por Andoni Zubizarreta. La llegada del ex jugador del Barça a la dirección deportiva es un claro guiño de Rosell al propio Guardiola.
La relación entre ambas es extraordinaria. El arquero fue cicerone del joven Pep a su llegada al Dream Team y el entendimiento entre ambos es extraordinario.
Con ello, el nuevo presidente quiere dejarle bien claro a su entrenador que cuenta con él para mucho tiempo y que su papel en el organigrama del club es casi el de un manager al más puro estilo inglés.
La demanda de Laporta
La cuarta medida que tomará Rosell, no como dirigente, sino a título personal, será presentar una demanda contra Joan Laporta por verter sobre él acusaciones sobre presuntas comisiones ilegales que el nuevo mandatario intentó cobrar cuando era vicepresidente del club.
Aunque todavía no está confirmado que vaya a hacerlo, su promesa de que así sería fue tan insistente en las semanas previas a la campaña electoral, que parece lógico que, mientras esté jurando su cargo de presidente, algún procurador presente esta demanda civil ante algún juzgado de Barcelona.
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