
Francia, orgullosa de su reputación como el país del amor, no está respondiendo a esa fama cuando se trata de su selección de fútbol, ya que dos años de malas actuaciones se han cobrado sus víctimas, sin mencionar el hecho de tener a un técnico inflexible que disfruta de la controversia, unos cuantos escándalos y jugadores percibidos como distantes u arrogantes.
Los días en que la avenida de los Campos Elíseos se llenaron de gente para celebrar con fervor el triunfo de su selección en la Copa del Mundo de 1998, en que Francia fue anfitriona, se han acabado y el equipo que se prepara para el torneo a realizarse en Sudáfrica entre el 11 de junio y el 11 de julio podría excusarse de haberse sentido desanimado.
"Ya lleva dos años y ciertamente no facilita las cosas para nosotros", señaló el lunes el delantero Sidney Govou, al ser consultado por periodistas sobre qué se siente ser odiado. "Hemos sido bastante criticados, pero no siempre es bueno escuchar lo que se dice desde fuera. Tratamos de encontrar la fortaleza que necesitamos dentro de nosotros", comentó el seleccionado.
El descontento del país con algunos jugadores se puso de manifiesto nuevamente el domingo, cuando la secretaria de Estado de deportes, Rama Yade, dijo que el hotel escogido por Francia para su concentración para la Copa del Mundo era excesivamente lujoso.
Ese mismo día, Marcel Desailly, campeón mundial con Francia en 1998, escribió en una columna de un diario sudafricano que su país no sobreviviría la fase de grupos. El lunes, en tanto, un sondeo mostró que sólo un 19 por ciento cree que su seleccionado levantará la copa.
La encuesta, realizada por el periódico Le Parisien, fue la última de muchas que muestran la poca confianza con que cuenta la escuadra francesa entre la afición.
Controversias
La historia de amor entre la hinchada y la selección francesa se vio interrumpida tras la pronta eliminación de la Eurocopa 2008 y lo que ha ocurrido desde entonces no ha hecho nada para revertirlo. El técnico francés Raymond Domenech, que nunca se ha mostrado interesado en ser popular, ha mantenido su postura marcada por una mezcla de observaciones indescifrables y ácidos comentarios tras ser reafirmado en el cargo luego del desastre europeo.
Para empeorar el asunto, su escuadra siguió pasando apuros en el campo de juego, necesitando de una polémica jugada con la mano de Thierry Henry para clasificar a la Copa del Mundo eliminando a Irlanda en un partido de repesca. Muchos jugadores, incluyendo a un favorito de la afición como Franck Ribery, fueron señalados como testigos por la policía en una investigación sobre una red de prostitución.
"Los medios dicen que los aficionados no creen en nosotros, pero yo se que sí y también se que otros equipos nos temen y respetan", señaló Patrice Evra, el nuevo capitán francés, a la prensa. "Todos parecen creer que vamos a un safari, que no estamos entre los favoritos, pero nuestro orgullo puede ayudarnos", agregó.